El vecino de Cádiz que fue rescatado por bomberos explica cómo ha perdido 180 kilos en 9 meses

José María Fernández relata en La Linterna cómo era su vida antes de que le rescataran 17 bomberos de la localidad gaditana de San Fernando

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

En julio de 2024 un dispositivo de 17 bomberos del Consorcio de la Provincia de Cádiz acudieron al rescate de José María Fernández, un vecino de San Fernando que necesitaba ser trasladado al hospital. Con 49 años, padecía obesidad mórbida. El exceso de grasa en su cuerpo y una pierna con elefantiasis le llevó a pesar 350 kilos. 

La enfermedad le mantuvo preso en su propia casa durante 15 meses y, como contaba Expósito en La Linterna este lunes, el único contacto que mantenía con otras personas era con el equipo de la ayuda a domicilio que recibía cada día. Hasta que decidió ponerse en manos del equipo médico del Hospital Puerta del Mar de Cádiz.

EFE

Bomberos sacan a José María Fernández de su casa en Cádiz

La vida en Cádiz antes de ser rescatado

La vida de José María no ha sido sencilla, tal y como cuenta a COPE desde el hospital. Con apenas 5 años falleció su padre y en 2014 lo hizo su madre y, a los meses, perdió a su gran amiga. Entonces José María cayó en las garras de la depresión. En aquellos momentos, incluso contempló el suicidio como una alternativa a tanta desesperación y tristeza.

“Solo, sin que nadie se preocupara de uno, sin que nadie te llamara, estaba súper amargado”, confiesa en La Linterna. Desvela que lo que más daño le hizo fue también la muerte de su mascota, que era la única compañía que tenía. “A partir de que ella se fue ya para mi la vida no tuvo sentido”.

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José María, en una foto en su casa antes de perder peso

Su situación era crítica: días sin comer ni beber porque no tenía fuerzas ni para levantarse de la cama: encerrado en la habitación de una casa con mucha humedad. “Ya me dejé hasta que, un día, me levantaba, me costaba trabajo, me levantaba pero ya, por último, ya me veía sin fuerza para levantarme”, comenta a Expósito. “Entonces estuve tres meses prácticamente en la cama postrado, venía ayuda a domicilio, pero claro, venía una vez al día, y todas las necesidades, todas mis cosas me las tenía que hacer encima”.

El rescate de los bomberos

El 18 de julio la vida de José María empezó a cambiar. Un grupo de 17 bomberos puso en marcha un dispositivo para sacar a José María de su casa y trasladarlo al hospital. La expectación fue máxima en San Fernando y muchos vecinos agolpados en la calle. De hecho, la policía tuvo que cortar la avenida principal ante la aglomeración y la presencia de medios. “La verdad que cuando me levanté de la cama, al principio, me fallaba la pierna, casi me caigo”, recuerda el vecino gaditano.

Asegura que cuando le subieron por la rampa que hicieron en casa, y cuando estaba en la terraza, los bomberos le preguntaron si tenía miedo. “Yo estaba bien, al principio a veces cerraba los ojos y eso, pero claro, yo cuando estuve abajo, te olvidas de casi todo, nada más que la emoción”.

José María habla de emoción cuando expresa el momento en el que se vio fuera de aquella habitación que había sido su celda durante meses. En aquella casa quedaba enterrado el sufrimiento de un adolescente que llegó a pesar 185 kilos, los cuatro años que solo salía de casa para ir al médico.

Venía ayuda a mi casa una vez al día, pero todas las necesidades me las tenía que hacer encima"

José María Fernández

Hombre de más de 300 kilos rescatado en Cádiz

Confiesa que su círculo más íntimo de amigos y sus tres hermanos le dieron la espalda: “Si llamaban era para ponerte peor de lo que estaba, no se preocupaba, no venía nadie”, lamenta el hombre. “A casa no venía nadie, claro, ni amigos, ni familia, ni vecinos que sabían del caso, que lo sabían, y nadie llamaba a la puerta para decir, “si te pasa algo, pues aquí estamos”. Nada”.

180 kilos menos en 9 meses

José María nunca ha sentido un abrazo, ni ha recibido la ayuda de quien creía que eran sus amigos. El desafío al que se está enfrentado está ayudando a muchas personas que psicológicamente no pasan por un buen momento, como el caso de un chico de Jaén: “me siguió en Instagram y me dijo que gracias a mí, que se iba a quitar de en medio, estaba a punto de abrir el cajón para tomarse pastillas o lo que fuera”, rememora el vecino de Cádiz. “La casualidad que le llegó mi vídeo, me vio, se motivó y cerró el cajón”.

En julio llegó al hospital pesando 247 kilos. Ahora, tras un tratamiento muy estricto, ha bajado hasta los 180. Los médicos se felicitan por la evolución tan espectacular que ha seguido. “La verdad que estoy progresando bastante”, aclara. “Ya he pasado de la cama al butacón. Ya puedo sentarme en el butacón. Quieras que no, entre que me levanto, solamente me incorporo, andar todavía no. Andar de la cama al butacón ya es un paso bastante grande”, concluye.

Más de un año sin salir de casa, sin abandonar la cama, solo recibiendo la visita del servicio de ayuda a domicilio. Y ahora, José María se encuentra en pleno tratamiento para recuperar su salud y, algo tan sencillo, como poder valerse por si mismo. “Después de más de un año y pico, levantarse, pues demasiado lo que hago. Por lo menos me incorporo solo”.

El consejo para otros obesos

Su caso ha dado la vuelta al mundo y en Francia una persona en su misma situación ha conseguido ser trasladado al hospital para su tratamiento. El siguiente paso es fundar una asociación con la que poder ayudar a gente con sobrepeso u obesidad mórbida.

“Yo creo que, pidiendo ayuda, se consigue”, reconoce José María que, insiste, lo que no se puede hacer es “quedarse uno metido en un agujero, como estaba yo, y lamentándose”. “Lamentándose uno no hace nada”, aconseja. “Hay que conseguir las cosas y, como yo siempre digo, si el entorno no te ayuda por lo que sea, pues busca ayuda por otro lado”.

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