¿Habrá una investidura ficticia para contentar a Carles Puigdemont?

Volvemos a hablar del acuerdo de gobierno que parece ya existe entre Juntos por Cataluña y Esquerra Republicana para formar gobierno y sobre todo, la forma de apartar a Carles Puigdemont. Nuestro confidencial Rafael de Ribot desde Barcelona aseguraba que “Hoy ya podemos decir que lo reconocen incluso quienes lo están negociando. Si ya está sobre la mesa la idea de que la formula imaginativa de Juntos para investir a Puigdemont es no investirlo, porque va a ser presidente simbólico, ahora lo único que falta por saber es el calendario y cómo lo van a explicar. Lo hacen para que Puigdemont tenga el reconocimiento que el cree que debe tener y mientras se elija un gobierno que sea elegido y empiece a funcionar."

Cambien desvelamos cuestiones de ese acuerdo. Con respecto a las demandas de unos y otros Ribot nos decía “Esquerra quiere los medios de comunicación. El 21-D fue un duro golpe para ERC. Ellos consideran que no haber tenido el control de los medios les ha pasado factura y no quieren que les vuelva a suceder. También creen que les ha perjudicado no contar con el portavoz del Gobierno. Esas son sus demandas, pero no va a ser fácil."

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Además, Fernando Jáuregui, hoy desde Toledo, nos ha hablado de la actividad del Gobierno central durante estos meses de crisis política en Cataluña. Hay quien recrimina al ejecutivo que no se está trabajando más allá de esa crisis y “hay un clamor dentro del Partido Popular para que se hagan más cosas. Me he hecho con un dato muy curioso. En 2016 resulta que las páginas del BOE pasaron de 900.000 a 600.000... ahora han vuelto a bajar en casi 180.000 páginas, eso demuestra que el parlamento se está paralizando. En las CCAA sin embargo aumenta la actividad legislativa. Eso demuestra que nos tiene absorbidos el asunto catalán."

Queda claro que la cuestión catalana afecta a todos. Los días van pasando y la investidura se acerca. Estaremos pendientes para ver cómo es la real y también cómo es la ficticia que pretenden escenificar los independentistas para contentar a un Carles Puigdemont que, por supuesto, sigue fugado de la justicia española.