¿Cómo está siendo este Camino de Santiago tan particular?
El 1 de julio volvió a abrir y queremos recorrer todo este trayecto para conocer cómo lo están viviendo peregrinos, albergues y restaurantes
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Santiago de Compostela es junto a Roma y Jerusalén uno de los tres grandes lugares de peregrinación para los católicos. Hasta Santiago llegan desde la edad media peregrinos de todos los puntos del mapa. Algunas de estas rutas: como la del Camino Francés o el Primitivo son ya Patrimonio de la Humanidad. Se busca llegar a Santiago, a la catedral, al lugar donde según la tradición se encuentra la tumba del Apostol.
Desde mediados de los años 90 el Camino de Santiago ha vivido un auténtico boom. Su fama se ha extendido a muchos lugares del mundo y aunque es muy complicado de saber... se cree que el año pasado pudieron hacer el Camino casi 350.000 personas. Pero la crisis del coronavirus obligó a cerrar la inmensa mayoría de la estructura del Camino. Albergues, restaurantes, oficinas del peregrino.... Ha sido un golpe duro que se ha prolongado durante varios meses. Finalmente este miércoles 1 de julio el Camino ha vuelto a abrirse de forma oficial. Por eso hoy te proponemos un viaje. En los próximos minutos vamos a recorrer uno de esos caminos Todo con el objetivo de conocer un poco más todos los beneficios de este Camino milenario. Hoy en nuestro Tema del Día: La vuelta del Camino de Santiago
Nuestro Camino comienza en la localidad navarra de Roncesvalles. E el más popular entre los peregrinos. El Camino Francés. Por delante 754 kilómetros de senderos de tierra, asfalto y caminos entre bosques... montañas, ríos... una auténtica experiencia de naturaleza y espiritualidad. Verano es un buen momento para hacer el camino pero hay que ir preparado. Son muchos días en los que habrá etapas duras en las que el tiempo no acompañará.
Los albergues, hostales y hoteles se convierten en un lugar fundamental para que el Camino funcione. Muchos de estos sitios siguen conservando un aspecto que nos lleva a otro tiempo. La apertura del Camino de Santiago tiene un gran valor simbólico. Nueva normalidad, recuperamos rutinas, la gente puede salir a la calle... Pero para algunas personas esto ha tenido un valor algo más material. Es la historia de Natalia, encargada del Hotel Roncesvalles. Es una posada muy pequeñita, apenas caben 50 personas dentro que, prácticamente vive única y exclusivamente del Camino de Santiago. El confinamiento ha caído como una losa en la economía de la zona. En el caso de este hote, imagínate. Dos días abiertos y a echar la persiana. Y claro, todo con la incertidumbre de cuándo se acabaría esto que pasará después y demás Aún con todo esto, Natalia es optimista y confía que poco a poco, el hotel pueda salir adelante. Eso sí, gracias a los peregrinos. Muchas personas han comenzado ya sus etapas del Camino de Santiago un año complicado y raro pero que gracias a gente como Natalia y su posada, ayudan a los peregrinos a hacer esta travesía un poco más tranquilos.
Y es que el Camino de Santiago ha devuelto parte de la vida a muchos pueblos que se encontraban prácticamente abandonados. Si siguiéramos a buen paso por el Camino Frances después de atravesar Navarra, la Rioja, Burgos, Palencia, muy cerquita de Villafranca del Bierzo se encuentra un pueblo muy pequeño, Pereje, de apenas 15 habitantes. Dositeo nació allí pero tuvo que irse a la ciudad ante la falta de oportunidades. Con el boom del Camino decidió volver hace 20 años y montó un restaurante que se llama Las Coronas y que no había cerrado nunca hasta esta crisis del coronavirus. Este año, en principio no va a poder abrir. Nos atiende en La Linterna.
Con el paso de las etapasel peregrino acumula cansancio y dolores. Tienes que acostumbrarte a vivir con ello durante esos días. Francisco es un gaditano de 50 años que esto lo tiene muy claro. Empieza hoy mismo el Camino Francés después de suspender sus planes por culpa del Coronavirus. De hecho, el coronavirus no solo le obligó a posponerlo, sino también a modificar la ruta por la que tenía pensado hacerlo.
En un principio, Francisco iba a hacer el camino con su hijo... Llegó la pandemia y se quedó sin trabajo. Por suerte, ha encontrado otro empleo y, al final, no ha podido acompañar a su padre. Aunque Francisco reconoce que le gusta más hacer el camino solo. Como Francisco son muchas las personas que se encomendarán a la ruta del santo para encontrar un poco de alivio en estos momentos tan complicados.
Ya en Galicia, a pocas etapas de Santiago llegamos a Melide. En ese pueblo hay algo que destaca por encima de todo: su pulpo. Es tradición comer allí aunque muchos también optan por pasar la noche. Después de muchos años como hospitalero. Antonio decidió montar su propio albergue en Melide, Un lugar donde trata de conservar el espíritu del Camino y nos cuenta cómo es la situación.