Cuando ir en una lista electoral te podía costar la vida: La historia de Luis Mari Vega y Jesús Sánchez Maus

Este domingo se acerca una cita importante para el País Vasco. Se celebran la elecciones al Parlamento. Las listas ya están cerradas y a la espera de los últimos mítines antes de la jornada de reflexión que puedan convencer a los indecisos, la mayoría de votantes ya tienen su decisión tomada. Ahora participar como candidato a cualquier elección en el País Vasco es mucho más sencillo que hace 20 años donde ETA suponía una gran amenaza y ser concejal o alcalde era jugarse literalmente la vida. Hace dos semanas, aquí en “La Linterna” recordamos el asesinato del concejal del PP en Renteria Manuel Zamarreño que ocupó el cargo en homenaje a su amigo José Luis Caso también asesinado por la banda terrorista. Zamarreño recibió miles de amenazas pero nunca se consideró ningún tipo de héroe. El 25 de junio de 1998 Manuel salió a comprar el pan junto a su escolta. La panadería estaba a tan solo 50 metros, como a él le gustaba decir, había una distancia de 95 escaleras. Cuando volvía, la explosión acabó con su vida. La imagen se queda grabada. Quedó tendido entre dos coches con la ropa rasgada. A unos metros la barra de pan en el suelo. El ertzaina que lo escoltaba a corta distancia, Juan María Quintana, sufrió heridas de metralla y lesiones en un ojo. Así nos contaba su hija Nairara cómo se enteró de la noticia. Tenía tan solo 15 años. El palo fue durísimo. Naiara, sus tres hermanos y su madre acabaron abandonando un pueblo en cuyas calles todavía hoy se pueden ver murales y fotografías dando la bienvenida a presos de la banda. Fue un cruel asesinato a una muy buena persona. Ahora Naiara tiene ahora dos hijos, de ocho y de 5 añitos. Hace poco tuvo que contar al mayor de ellos el relato de la muerte de su abuelo. Naiara no odia y espera que tan solo se haga justicia. La banda terrorista ETA desde los años sesenta ha matado alrededor de 40 políticos que intentaban luchar por la libertad. Hoy te voy a contar la historia de dos sacerdotes que anunciaron que irían en las listas del PP y del PSE en las elecciones municipales para apoyar a las víctimas y para hacer pública su condena a ETA. En nuestro TEMA DEL DIA recordamos los momentos en los que ir en una lista electoral te podía costar la vida.

Viernes 9 de marzo del año 2001. Localidad guipuzcoana de Hernani. Se acerca la medianoche en la plaza de Zinkoenea donde se están produciendo varios altercados. Un vecino llama a la Ertzaintza molesto por el ruido. Minutos después varias patrullas llegan a la zona y se encuentran con una zona completamente vacía. Sólo hay un contenedor en llamas y un automóvil cruzado en la calle. Tras la inspección ocular los ertzainas llaman a la grúa. En la espera el coche explota y se lleva la vida de Iñaki Totorika. Tenía tan solo 25 años. Era el primer atentado mortal que se producía contra la Ertzaintza desde la ruptura de la tregua de ETA. Dos años más tarde, el primo de Iñaki, un sacerdote en las parroquias de Zorroza, Bilbao, decide protagonizar junto con otros tres sacerdotes un acto que supone una revolución en la iglesia vasca: Presentarse a las listas del PP y del PSE en las elecciones municipales. Lo hacen a través de una rueda de prensa en la que también leen un comunicado apoyando a las víctimas del terrorismo y enfrentándose a la banda terrorista ETA. El primo de el ertzaintza Iñaki y el encargado de leer aquel manifiesto es Luis Mari Vega. Nos cuenta cómo fue aquel momento. Nos atiende tambiñenJesús Sánchez Maus, que ejercía de sacerdote en Portugalete y que también se presentó a las listas socialistas de Ermua.