Se cumple un año del final de la erupción en la isla de La Palma
Cerca de un centenar de vecinos de Puerto Naos o La Bombilla siguen sin poder volver a sus casas debido al dióxido de carbono que sigue expulsando el volcán.
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Se cumple un año del final de la erupción en la isla de La Palma
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Eran cerca de las diez de la noche del 13 de diciembre del 2021 cuando de repente el volcán Cumbre Vieja empezó a dejar de dar signos vitales. El ensordecedor ruido empezó a decaer poniendo punto y final a la erupción más larga y destructiva de las que se tiene constancia en la Isla de la Palma. El comité pendiente de vigilar la erupción de este volcán estableció un plazo de doce días a partir de ese 13 de diciembre para determinar definitivamente el fin de la actividad eruptiva. La erupción tardó 85 días y 8 horas y comenzó un 19 de septiembre cuando la tierra se abrió justo en la zona de Cabeza de Vaca, en la ladera oeste de Cumbre Vieja.
Así sonaba este volcán que posteriormente fue bautizado como Tajogaite... todavía recuerdo ese sonido cuando estuvimos allí haciendo en directo La Linterna... para que te hagas una idea el ruido era muy similar al de un avión volando cerca. Ahora imagínate ese sonido de manera constante durante día y noche durante casi tres meses. La lava arrasó todo lo que se encontró a su paso. Cerca de 7 mil personas fueron desalojadas y unas 1300 viviendas destruidas.
La ceniza caía como una lluvia constante. Los coches estaban envueltos en una fina capa gris mientras que el paisaje teñido de negro acumulaba ceniza hasta el punto de llegar a los cinco metros de altura. El satélite Copernicus cifra en 2.988 las edificaciones destruidas si incluimos locales y edificios industriales. También arrasó unas 370 hectáreas de cultivo, la mayoría de ellas dedicadas al plátano.
La lava cubrió dos mil hectáreas del Valle de Aridane. También formó una fajana a su llegada al mar de unas 55 hectáreas. La anchura máxima cubierta por coladas es de 3.350 metros que obligaron a cortar cerca de 75 kilómetros de carretera. Un año después la pesadilla para muchos vecinos no ha acabado. Algunos todavía no han sido realojados mientras que otros como los que viven en Puerto Naos o La Bombilla siguen sin poder volver a sus casas debido al dióxido de carbono que sigue expulsando el volcán. Tras todo este tiempo queremos volver a la isla y descubrir cuál es la situación en la zona.
Primero quiero hablarte de la situación que ahora mismo tiene este volcán. Hace un año se dio por terminada la erupción del Tajogaite... por cierto un nombre que significa “tarta de raíces de helechos” haciendo referencia a la torta de harina de raíces que se come en esta zona. Tras todo este tiempo, el proceso de posterupción continúa en marcha y muchas de las coladas y zonas que están cerca del cono volcánico siguen presentando altas temperaturas.
Durante los días que duró la erupción científicos, como él pudieron descubrir y recopilar muchos datos que servirán para seguir estudiando este tipo de fenómenos de la naturaleza. El semáforo de riesgo volcánico continúa en amarillo porque aún sigue registrándose actividad sísmica y geoquímica. Eso sí... nada fuera de lo normal.
Preocupa mucho también la desgasificación que se aprecia aún en el cono. Emite unas 8 toneladas diarias de dióxido de azufre, una cantidad que nada tiene que ver con las cerca de 50 mil que emitía en septiembre de 2020. Tanto la Palma como el resto de islas siguen estando monitorizadas para saber cuándo será la próxima erupción.
El tiempo pasa muy rápido y en muchas ocasiones nos olvidamos de la catástrofe que la naturaleza ha provocado en este lugar. Pero hay sonidos que permanecen en la memoria... sonidos de esos que son imposibles de olvidar. Como el de la iglesia de Todoque. Los ríos de lava se zamparon la iglesia y el campanario de la localidad de Todoque, un símbolo cuya caída fue un auténtico golpe a la moral de los vecinos. El párroco de esta iglesia es Alberto Hernández. Todavía recuerdo la nostalgia con la que hablaba de su templo. Un año más tarde nos cuenta que los vecinos poco a poco han vuelto a salir adelante con sus vidas.
Palmero de 41 años Alberto consiguió volver a oficiar misas reuniendo a las comunidades parroquiales de Todoque y de La Laguna en el templo de San Isidro. Además tiene en mente un posible proyecto para la construcción de una nueva iglesia. De la iglesia arrasada a la colada de lava arrasando poco a poco el colegio de los campitos, ubicado en los Llanos de Aridane. Era un pequeño centro educativo donde estudiaban cerca de 50 alumnos. Su directora es Ángeles Nieves que hace tan solo un mes recorría el lugar de su colegio cruzando la nueva carretera construida sobre la lava. Tanto ella como sus alumnos han pasado página y afrontan con ilusión esta nueva etapa. Están en el colegio Princesa Serina junto a los alumnos de los colegios de Todoque y Puerto Naos, también arrasados por la lava.
Hemos hablado de la situación del volcán, de cómo se recuperan algunos vecinos de lo que pasó hace un año... ahora quiero centrarme en aquellos que todavía no han podido volver a sus casas y que está generando en ellos una gran sensación de crispación y enfado. Puerto Naos o La Bombilla siguen estando acotados y está prohibido recorrer sus calles debido al dióxido de carbono que sigue expulsando el volcán. Algunos de los vecinos que vivían en estas zonas siguen yendo al psicólogo para poder superar esta situación.
Un año después todavía habrá familias que tengan que pasar las navidades realojados en un hotel donde viven de alquiler esperando a tener una nueva casa en la que poder hacer su vida.
La lava arrasó miles de hectáreas de cultivo sobretodo dedicadas al plátano. Para que te hagas una idea, en el núcleo de los municipios de Los Llanos, Tazacorte y El Paso hay unas 1.200 hectáreas que producen entre 60 y 65 millones de kilos. Pero también la lava ha arrasado otros negocios ubicados en las calles de los pueblos que han quedado sepultados bajo las coladas...
Dijimos que íbamos a hacer todo lo posible para ayudar a La Palma y por eso hemos querido hablar de nuevo de ellos justo cuando se cumple un año desde que el volcán dejara de expulsar lava. Todavía queda mucho por hacer y reconstruir. Mientras tanto, nosotros seguiremos acordándonos de los palmeros y de La Palma, que siempre será conocida como la isla bonita.