Un ex miembro de una banda latina: "Mi madre me preguntó por qué le hacía daño"

Por motivos de seguridad, Rafa es un nombre ficticio. Es un chico de unos treinta y pico años que sabe perfectamente lo que es la vida dentro de este tipo de bandas. En su espalda, a la altura de la nuca, todavía mantiene uno de los tatuajes que le identifican con los Latin King. Una imagen que se graba de por vida y que enseña la jerarquía que uno tiene dentro del grupo.

Rafa llegó a España procedente de un país de América Latina cuando tenía tan solo 14 años. Era tan solo un chaval que empezó a salir al parque y a conocer nuevos amigos. Unas compañías que sin darse cuenta le adentraron en el mundo de las bandas latinas.

Los captan a ellos pero también son capaces de convencer a las más jóvenes. Algunas de ellas se integran cuando apenas tienen 12 años e incluso son utilizadas con fines sexuales. Tráfico de drogas, hurtos, robos e incluso delitos de sangre son algunos de los delitos que Rafa tuvo que cometer para poder seguir subiendo de jerarquía en la banda y destacando entre sus colegas. Con el paso del tiempo y gracias a sus “méritos” se convirtió en uno de los integrantes con más poder del grupo.

Pero claro cuando uno tiene tanto poder y está en la cima de un grupo pandillero como la de los latin King empiezas a ser muy conocido por todos los barrios. Tanto, que a la vez te conviertes en el enemigo número uno del resto de bandas latinas que te amenazan y buscan para hacerte desaparecer. Ahí empieza el miedo a salir a la calle y las ganas de buscar una salida hacia una vida mejor.

Rafa pasa por la cárcel y en ese lugar se da cuenta del sufrimiento y esfuerzo que ha provocado. Nada más salir de la cárcel Rafa tomó la decisión de romper con su anterior vida. No fue nada fácil pero gracias a la labor del Centro de Ayuda Cristiano salió adelante y ahora quiere seguir ayudando a chavales que como él han vivido el infierno de este tipo de bandas.