Madrid - Publicado el - Actualizado
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La noticia es tremenda, la protagonista se llamaba Amanda y tenía algo más de 80 años. Era soltera, vivía sola y tenía poca familia. Se había jubilado hace ya tiempo, después de trabajar durante más de 30 años como psicóloga. Llevaba bastante tiempo sin dar señales de vida, pero nadie la había echado en falta. Unicamente la insistencia de una sobrina, que vive en Israel, hizo que la Policía hiciese algo.
Cuando entraron en su casa del Barrio de La Guindalera, en Madrid, se encontraron el cadáver tendido en la cocina. La autopsia reveló que llevaba cinco años muerta.
El número de personas, sobre todo mayores, que mueren en sus casas y tardan semanas, meses o años en ser descubiertos sigue creciendo. Lo hace a medida que avanza también el número de personas que viven solas en España. Se cree que estaría cerca de los cinco millones. La mayoría de ellos son mayores de 65 años que comienzan a tener dificultades para llevar a cabo una vida normal. ¿Cómo viven?, ¿qué es lo más complicado?, ¿hay alguna forma de acompañarles?. Hoy, en nuestro tema del día: La soledad en la tercera edad.
Marisa tiene 74 años y vive sola. Su casa es luminosa, entra luz por todas las ventanas y eso le ayuda a estar más contenta. Tiene varias plantas a las que cuida y solo se le entrecorta la voz al hablar de su gato, el animal era su única compañía hasta hace unas semanas. Asegura que ya se ha acostumbrado a la soledad. Aunque lleve bastantes años en esa situación, también tiene momentos complicados. Días en los que se siente más desanimada.
Marisa lo tiene muy claro: si te instalas en ella, la soledad puede convertirse en una enfermedad durísima. Por eso decide salir a la calle, va a dar un paseo, a comprar aunque no necesite nada o a hablar con sus vecinos.
Paco también supera los 70 años. Se define como un hombre alegre, buen cocinero y con ganas de vivir. Siempre ha sido muy activo, pero la pérdida de su compañera de vida fue un palo durísimo.
Marisa aseguraba que el momento más complicado era el de la enfermedad. Para Paco lo más duro son las noches. Marisa y Paco son solo dos ejemplos, dos historias. Pero hay muchos más.
Lo cierto es que su situación pego un giro hace cinco años. Empezó a compartir piso con estudiantes universitarios. Es un proyecto de la Universidad de Málaga que le ha cambiado la vida.
Pero Málaga no es la única ciudad en la que se llevan a cabo iniciativas de este tipo. En Madrid, por ejemplo, el proyecto 'Convive' lleva varios años juntando a estudiantes universitarios con mayores. El mayor ofrece su casa y el estudiante le hace compañía para luchar contra esta soledad. María tiene 87 años y es una de las participantes en el programa. Y la otra parte de esta ecuación, Laura es estudiante de Periodismo y vive con María desde hace ya unos añitos.
Casi 5 millones de personas viven solas en España. La mayoría son mayores de 65 años. Hoy estamos hablando sobre ello en nuestro tema del día.
Y la siguiente parada nos va a llevar hasta Galicia, concretamente hasta el municipio de Betanzos, en A Coruña. La idea es sencilla: un convento vacío como lugar de encuentro para todos los vecinos que se encuentren solos. Ramón Saavedra es uno de ellos. Él se involucró en la idea desde el principio. El proyecto ha sido bautizado como Familia Abierta y su punto de encuentro es el Convento de San Francisco. Allí desayunan, comen y pasan el día. El encargado de impulsar esta idea, que ahora plantea extenderse a otros lugares, fue el franciscano Roberto Lista.