La tensión vuelve a crecer entre Israel y los palestinos
Este enero es el mes que mayor número de víctimas mortales palestinas que se han registrado por fuego israelí desde 2015 en Cisjordania.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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25 de enero. Norte de Cisjordania, cerca de la localidad palestina de Qalqilya. Varios soldados israelíes vigilan la zona bloqueando la vía de acceso con vehículos policiales. De repente se escuchan varios disparos. Naser Lahlouh, de 20 años, residente del cercano campo de refugiados de Yenín, uno de los focos de violencia en Cisjordania es tiroteado. Según el ejército israelí el agresor, armado con un cuchillo, intentó apuñalar al soldado. El chico acabó falleciendo. Horas más tarde pasaba algo parecido. Esta vez el suceso ocurría en el campo de refugiados de Shuafat, en el Jerusalén Este ocupado.
Se produjeron varios enfrentamientos entre jóvenes palestinos y las fuerzas israelíes que se saldaron con la muerte de un chico de 17 años con un disparo en el pecho. La tensión empieza a crecer de nuevo en la zona. Al día siguiente Israel decide dar de nuevo un paso adelante.
Durante la mañana fuerzas israelíes entraron en el campo de refugiados de Yenín, epicentro de la resistencia armada palestina en el norte del territorio cisjordano, donde estallaron enfrentamientos armados con milicianos locales. La realidad es que no es la primera vez que esto ocurre porque las redadas en esta zona son casi diarias. Pero esta vez los enfrentamientos dejaron nueve palestinos muertos además de una veintena de heridos. Se trata del incidente con enfrentamientos armados más letal en Cisjordania en años.
Tras los funerales de las víctimas mortales, estallaron enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas de Israel en varias zonas de Cisjordania, que se saldaron con otro muerto y al menos siete heridos. Poco después de este último ataque aparecía ante los medios la Autoridad Nacional Palestina anunciaba la suspensión total de la cooperación en seguridad con Israel y llamaba a todas las facciones palestinas a actuar de manera conjunta. Eso por parte del lado palestino. Mientras tanto en el lado israelí, Netanyahu a través de un comunicado ordenaba al Ejército prepararse para cualquier escenario en los diversos frentes. Poco había que esperar para ver la reacción militar procedente de la Franja de Gaza.
Varios cohetes fueron lanzados a Israel durante la madrugada del pasado viernes sin causar daños ni víctimas, ya que todos ellos fueron detectados e interceptados por el Sistema de Defensa Aérea. También desde Israel se contestó a este ataque lanzando varios misiles. Horas después un ataque terrorista atemorizaba las calles de Jerusalén.
Son los disparos que se escuchaban desde varios kilómetros de distancia. Es justo el momento en el que las fuerzas israelíes abatían al autor de la muerte de siete personas en un ataque armado en una sinagoga ubicada en un asentamiento judío de Jerusalén este ocupado. Tras el ataque, desde el Gobierno israelí se dio orden de precintar la casa familiar del atacante, pendiente de ser demolida como medida de represalia. Se trata del atentado más mortífero desde 2011, cuando un grupo armado cruzó a Israel desde la península egipcia del Sinaí y mató a ocho israelíes.
Poco después se volvía a repetir el ataque de la Ciudad de David, en Jerusalén este ocupado. El presunto agresor, de tan solo 13 años, abrió fuego contra varias personas hiriendo a dos personas. Acabó siendo abatido.
Las autoridades de Israel decretaron el estado de máxima alerta y ha arrestado a más de 40 de personas por este crimen, en medio de la escalada de violencia que se vive en la zona. Ante esta situación el domingo el Papa Francisco hacía un llamamiento para frenar la oleada de ataques entre Israel y Palestina.
Pero la violencia no cesa. Hemos conocido que otro palestino de 26 años ha muerto en la ciudad cisjordana de Hebrón, tras recibir un impacto de bala en la cabeza por parte de las fuerzas israelíes. Toda la comunidad internacional pide calma y espera que en los próximos días se relaje la situación en ambos lados.
Este enero es el mes que mayor número de víctimas mortales palestinas que se han registrado por fuego israelí desde 2015 en Cisjordania. Han muerto 35 personas, una media de más de un muerto por día. Entre los fallecidos, más allá de milicianos, hay ocho menores y una anciana. El ritmo es superior al del año pasado en el que 170 palestinos murieron por fuego israelí, siendo el más mortífero en Cisjordania desde 2006. Por eso hoy quiero hablarte de qué va a ocurrir en Israel y Palestina y sobre la escalada de tensión y violencia que está sufriendo la zona.
Esta última semana ha supuesto un nuevo repunte de violencia entre Israel y Palestina y ha disparado la preocupación entre los principales países y actores de la comunidad internacional, que han instado a la calma. En Israel vive Jorge desde hace varios años. Nos cuenta que en las calles se empieza a notar la tensión a pesar de que la mayoría de sus ciudadanos están acostumbrados a todos estos ataques. Jorge habla de resolver esta situación, de intentar arreglar un problema que ya viene de lejos. Pero no ve nada claro. Al menos a corto plazo. Confía eso sí en que la presión internacional pueda provocar tener un hilo de esperanza hacia una solución pacífica.
Durante esta tarde, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se ha reunido con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Durante el encuentro ha pedido medidas para restablecer la calma tras todos estos días de violencia en Jerusalén y Cisjordania.
La realidad es que esta escalada de violencia no es nada nuevo. Hablamos de un conflicto que este año cumple 75 años y que cada poco tiempo vuelve a convertirse en foco de interés mundial por nuevas sangrías. Pero esta vez la cuenta de muertos crece demasiado rápido, con redadas mortales protagonizados por niños y adolescentes y atentados mortíferos como hacía décadas que no ocurría.
Si echamos la vista atrás Israel ha estado décadas profundizando su control sobre la tierra palestina. Según Naciones Unidas, actualmente hay asentamientos ilegales en los que ya residen unas 600 mil personas y se han incrementado las demoliciones de viviendas palestinas, el veto a licencias de obra o reforma o los controles de paso para estudios.
Israelíes y palestinos… de nuevo el conflicto vuelve a repetirse en un enero que es el más mortífero para los palestinos en Cisjordania desde 2015. Han muerto 35 personas, una media de más de un fallecido por día. Un problema de ocupación que durante generaciones ha enfrentado a ambos bandos y que no tiene pinta de resolverse pronto. Una herida abierta en el corazón de Oriente Medio… Estaremos muy atentos a cómo se desarrolla este conflicto porque todo lo que ocurre allí aunque parezca lejano, nos afecta.