Viajamos a Mali
¿Qué pasa en Mali? Así fue el increíble viaje a Mali de una parte del equipo de 'La Linterna'
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Desde hace algunos años vivimos en un mundo globalizado. Y cada día esa globalización es mayor. Si antes afectaba a a nuestros bolsillos directamente lo que ocurría en los mercados financieros de Frankfurt ahora, a día de hoy afecta a nuestra seguridad lo que ocurre en el Sahel mucho más de lo que creemos.. En las últimas horas hemos estado hablando de un atentado contra la base en la que los militares españoles adiestran al Ejército de Mali.
En la madrugada del sábado al domingo la base militar de Koulikoro fue objeto de un atentado terrorista. 11 ó 12 terroristas lanzaron el ataque contra el centro de entrenamiento militar. Llegaron dos coches cargados cada uno con 500 kilos de explosivos y tres motos. La estrategia era lanzar uno de los vehículos bomba contra la entrada del cuartel. Querían reventarla, para entrar con un segundo vehículo cargado de explosivos y provocar una auténtica carnicería. La intervención de los militares españoles fue fundamental..
Koulikoro es una población que se encuentra a unos 60 kilómetros de al noreste de Bamako. Puedes pensar que está cerca. Pues no, hay casi dos horas de viajes. Las carreteras en Mali no son como las que conocemos aunque han mejorado mucho. En nuestro primer viaje hace 5 años ese mismo recorrido lo hicimos en 3 horas y media. La culpa de esto la tienen los chinos. Sí, como lo oyes. Y es que China está invertiendo una pasta en infraestructuras en África. Pero volvamos a Koulikoro. El paisaje que recuerdo es el de una tierra rojiza, con algunos árboles a lo largo del camino y en algunos tramos lleno de piedras. El calor es insoportable. Las dos veces que he estado allí ha sido en el mes de febrero y te puedo decir que aquí en España, en verano, el sol pega menos. A orillas del Río Níger se sitúa esta localidad, una localidad tranquila.
A la entrada de la localidad ya empiezas a ver a los lados de la carretera pequeños puesto; bueno, realmente es gente que coge una banqueta y se coloca allí para intentar vender algo de fruta, o en el mejor de los casos pequeñas botellas de gasolina. En torno al río se pueden ver las barcas de los pescadores locales; barcas que en épocas de sequía descansa sobre la tierra. Bueno, pues en esta localidad se encuentra el cuartel en el que las fuerzas de la Unión Europea entrenan a los soldados malienses. El polvo es lo que más abunda junto a las serpientes, algunas bastante peligrosos. Justo al lado hay un pequeño monte, pedregoso, al que los malienses califican de sagrado. En la base hay un extraño silencio que sólo interrumpen los gritos de la instrucción de los militares o los motores de algunos de los vehículos que llegan hasta allí. Además nos trajimos la sensación de que allí el enemigo, aunque no le veas, siempre está al acecho, observándote, a ambos lados del río. La presencia de nuestros soldado allí es muy importante. Hace un año pudimos charlar con uno un legionario, el brigada Alcón, que nos contó cuál era su labor allí. Por los micrófonos de 'la Linterna' ha pasado el Teniente Coronel José Leira, Jefe del Contingente español de Koulikoro.
En los últimos años hemos viajado a Mali en dos ocasiones. mLa primera en el año 2013 y la segunda hace exactamente un año. En esos viajes he descubierto gente fantástica, gente con grandes historias detrás. A los problemas de seguridad se unen dos grandes cuestiones fundamentales para que los malienses salgan adelante. Por un lado la inmigración y por otro la situación de la mujer. En materia de inmigración son muchos los jóvenes que dejan este país para buscarse un futuro mejor en Europa. Lo primero que hay que decir es que el 80% de la población maliense tiene menos de 30 años y aquí no hay trabajo, no hay comercio, no hay actividad. Así es difícil que salgan hacia adelante. Dembele era un comerciante que vende figuras de ébano y marroquinería en plena calle.
Así que la salida es emigrar, aunque eso cueste la vida. En Mali uno encuentra lo que significa la palabra pobreza y el hecho de no tener nada. Los jóvenes saben que pueden morir en el intento pero ¿sabes qué?, eso es mejor que la nada en la que muchos sobreviven.
La segunda cuestión que destacamos es la situación de la mujer. Quédate con este dato: el 97% de las mujeres malienses han sufrido la mutilación genital.. Asetu es la directora de un centro de formación para las mujeres precisamente en Koulikoro. Nos contaba que hasta las doctoras locales, que son gente con una preparación y una formación, le practican a sus hijas la ablación. Además esta realidad no la tenemos tan lejos, algunos inmigrantes que viven en España también la practican.
Al margen de datos, de cifras y de sensaciones de Mali nos trajimos el recuerdo de tres auténticos superhéroes. Tres misioneros que llevan en el país más de 30 años. Hay personas junto a las que te sientes pequeño, y que te hacen cuestionarte tantas cosas. En cada uno de los viajes que hemos hecho en los últimos años a zonas complicadas siempre he encontrado a un misionero. Gente que nos ha enseñado verdaderas lecciones de vida.
La hermana Mercedes vive en Bamako. Es una castellana recia, fuerte. Lleva más de 50 años en Mali y sigue peleando por sacar adelante sus proyectos. Ella misma me decía que se siente de Mali. Mercedes es la salvación de muchas mujeres. En uno de los barrios más pobres de Bamako ha abierto un centro de costura.
A unos 20km de Bamako, en Katí, conocimo al padre Jesús. Tiene 82 años y cuando le visite se rebelaba contra os primeros signos de Parkinson. En las escuelas de este navarro que se siente maliense (lleva más de 50 años en el país) siguen pasando niños y niños que ojalá ayuden y sean el futuro de este país. El padre Jesús bromea con ellos, bromea y habla de fútbol, bromea
Y el tercer gigante que nos encontramos allí es una colombiana menuda de cuerpo, gigante en su iniciativa, su pragmatismo y su sonrisa. Vive en Koulikoro. Se mueve rápido, su mensaje es directo, es puro nervio. Y convicción, porque logró convencer en seguida a los maridos de la zona para que dejaran a sus mujeres aprender un oficio.
Pues así es Mali, ese país que aparentemente está lejos, en el África Subsahariana pero que realmente está más cerca de lo que creemos, porque las cosas que pasan allí nos afectan y mucho.