Expósito señala qué hay tras las negociaciones del decreto ómnibus: "Todo es un teatro, teatrillo del malo"
El director de La Linterna responde a las tiranteces entre Junts y PSOE para aprobar el famoso decreto en el Congreso
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Estamos en lo que muchos califican semana clave para el Gobierno, la primera piedra de toque, la semana del 'decreto ómnibus', que es una especie de decreto en el que el Gobierno mete absolutamente de todo para despistar. Bueno, pues todo es teatro, pero teatrillo del malo. Casi, casi un guiñol, con perdón para los artistas de guiñol y para los niños.
Tres claves fundamentales. Todos dependen de todos. Puigdemont tiene cogido por 'sálvase a la parte' a Pedro Sánchez y Sánchez tiene cogido por 'sálvase a la parte' a Puigdemont. Y eso se podría traducir con los de Bildu, con los de Esquerra... El PNV es que, sinceramente, ni cuenta. Para eso es lo que han quedado, luego menos lobos.
Segundo: nadie se fía de nadie, seamos sinceros. Lógicamente, Puigdemont no se fía de Sánchez. Sánchez no se puede fiar de un prófugo de la justicia, aunque ponga caritas. Y lo mismo pasa con Bildu, con súper Yoli, con los de Podemos, etcétera, etcétera, etcétera... Nadie se fía de nadie.
Y la última. Yo insisto: si tú fueras Puigdemont, Dios no lo quiera, si tú fueras Josu Ternera, ni te cuento, Otegi, Junqueras, Pablo Iglesias o Súper Yoli 'divina de la muerte', ¿a quién querrías en la Moncloa? Está claro, a Pedro Sánchez. Por lo tanto, todo corresponde a una estrategia de teatro, de postureo, de marcar paquete para marcar distancias, pero solo de boquilla. Teatro. La política española es puro teatro.