"Trump se ha encontrado con un tipo que no tiene nada que perder, que lleva tres años resistiendo como una bestia"

Una de las noticias de este viernes es el desencuentro histórico ante las cámaras nunca visto entre un presidente, Donald Trump, y otro presidente, Zelenski. La rueda de prensa entre ambos ha sido cancelada. El ucraniano se acaba de ir de la Casa Blanca. 

No podía ser tan fácil. O sea, Trump dijo que en 100 días se acabaría con la guerra en Ucrania. Trump lleva un mes, un mes en la Casa Blanca. Y las guerras, cuando las empieza un animal como Putin, no pueden ser tan fáciles de terminar en tan solo unos días. Eso de entrada. Segundo, el presidente de Estados Unidos, pues se ha creído que con ese todopoder, pues cualquiera se rinde a sus pies.

Desde Netanyahu hasta Abascal, pasando por el que pise la Casa Blanca. Y resulta que se ha encontrado con un tipo que no tiene nada que perder, que lleva tres años resistiendo como una bestia. Él y los millones de ucranianos. Resistiendo la invasión del hasta hace tres años todopoderoso ejército ruso. Como para que venga un señor multimillonario, más que engreído y le escupa a la cara de todo el mundo en el despacho oval.

Hoy Zelenski, y no quiero pecar de testosterona, ha ganado un montón de puntos. Eso sí, continúa en guerra. Mira, sinceramente, es muy pronto para sacar, por supuesto, conclusiones de lo que ha ocurrido esta tarde y qué decir de lo de la guerra. Pero esta guerra bestial no le conviene a nadie. A Ucrania, obviamente, porque no puede aguantar más. Pero a Rusia tampoco. Ni todo el cinismo de Putin puede soportar el enorme ridículo militar tras el intento de invasión.

Donald Trump lo que quiere es sacar tajada. Y quiere sacar tajada, si es posible, humillando. Ya sea con tierras raras, con un resor en la ribera de la Franja, le da igual. Así sabe que Putin ya conquistó el este de Ucrania, el Donbass y el sur hasta Crimea y que se lo va a quedar. Porque sabe que tarde o temprano el reparto va a ser ese. El puerto de Crimea es clave para Moscú. Literalmente se baña en el Mar Negro y de ahí al Mediterráneo.

Rusia sí tiene salida hacia el Mediterráneo, por el este hacia el Pacífico y por el Ártico con Donald Trump repartiéndose el futuro botín. En la Unión Europea, me imagino hoy, a alguien en Moncloa, si es que no están pensando en sus cosas, o en el 10 de Downing Street o en el Palacio del Eliseo flipando en colores con lo que ha ocurrido en Washington, claro, pero ya sé que no tenemos a Denauer, ni a Monett, ni a Schuman, ni a de Gasperi o a Churchill, pero la Unión Europea tiene que saber aprovechar esta oportunidad. A la fuerza la ahorcan.

Donald Trump lo que quiere es sacar tajada. Y quiere sacar tajada, si es posible, humillando"

Ángel Expósito

Director de La Linterna

La gran duda es si se calmarán algún día en el medio plazo las ínfulas de Putin hacia Europa, si la bestia parará en su pacto con Trump o seguirá provocando cualquier Estado miembro de la OTAN a ver cómo reaccionamos. En fin, Rusia va a seguir a lo suyo, en su modelo de guerra híbrida. Ojalá que dentro de los zigzags típicos de las negociaciones, ojalá se llegue a la paz en un medio plazo, pero no olvidemos que Rusia va a seguir con el Orbán de turno en Hungría, con los incautos del Brexit, con los ultras donde los encuentre y con Memos como Podemos o como Pultemón, y si no al tiempo.