Expósito: "¿Tú te fías del modelo de libertad de opinión de Pablo Iglesias o de Iñigo Errejón? Yo... NO"

Segundo día de campaña electoral oficialmente hablando de cara a las elecciones de la Comunidad de Madrid. Y más allá de los candidatos y sus cosas, me quiero fijar en algunos conceptos que rulan entre unos mensajes y otros.

Ideas o mensajes que son el quid de la cuestión y que, dejando a un lado los nombres propios, deberían hacernos reflexionar.

Y que luego cada cual vote lo que le venga en gana. Faltaría más.

Sobre la libertad. De entrada, han entrado todos al trapo del eslogan, luego desde el punto de vista del marketing lo han clavado.

¿Libertad es hacer lo que nos dé la gana? Por supuesto que no. ¿Libertad es el neoliberalismo de Donald Trump? Espero que tampoco. Pero en un año como este y con los socios del Gobierno actual ahí sentados votando, presionando, mandando y sentando doctrina... Sólo la palabra LIBERTAD conlleva muchos sentimientos.

En este sentido, sobre el comunismo. Ya he dicho en alguna ocasión que cuando cayó el muro de Berlín no hubo nadie, ni uno, que saltara de aquí hacia el Este. Todos lo hicieron al revés y, sin embargo, tienen buena prensa. Algo así como un ramalazo de romanticismo revolucionario.

Hasta el punto de que aquí en España, vicepresiden gobiernos, ocupan ministerios, consejerías o ayuntamientos. A todos estos y a todas estas, y si no lo digo reviento... A todes estes les mandaba yo a vivir a La Habana, a Siberia, a Jiangxy en la China profunda o a Caracas y a Corea del Norte. Un mes, pero como uno, una o une de allí. ¿A que no hay?

Sobre el Estado de Derecho o la separación de poderes. Lo de la separación entre el legislativo y el ejecutivo es una broma de mal gusto. La clave está en el Poder Judicial. Por eso van a por el CGPJ, el Supremo, a por el Tribunal Constitucional o la Audiencia.

Controlo los medios en el corto, la educación para el largo plazo y la Justicia como la clave de bóveda.

La monserga de la lucha de clases y la diferencia entre izquierda y derecha también tiene su gracia. Al respecto... ¿Todos los votantes de Vox son fachas, racistas y machistas? ¿Quién es más de izquierdas: el que vive en un casoplón rodeado de guardias civiles o el que vive en Tetuán o en Chamberí?

¿El parado es de izquierdas? ¿Y el autónomo es de derechas? Es más... ¿A partir de qué nivel de renta eres un facha o eres progresista y reformista: 100.000, 500.000 o un millón de euros?

Y claro, la guinda... ¿Irene Montero es más feminista que Isabel Díaz Ayuso o que Rocío Monasterio? ¿Acaso también es más mujer? Porque sólo le falta decir eso.

Ya, ya sé que piso un callo que quizás no sea el momento, pero... Sobre la España de las Autonomías. Incluso antes del covid, seamos sinceros... ¿No crees que se nos ha ido la pinza con esto de la España de las Autonomías?

Y un par de conceptos más que me vienen así, a sopetón: la mentira y la globalización.

Hemos aceptado la mentira como normal. Ni el número de muertos, ni los Presupuestos, ni las promesas de por muy arriba que provengan son fiables. Mentir sale gratis. Y no passsa nada.

Y un último chispazo. Con la que está cayendo en el mundo, con la economía global, con las vacunas, con el turismo hundido, con la geoestrategia del planeta pendiente de millones de muertos... Aquí, con una ministra inventándose el idioma español, con su pareja (creo) que se cree Fidel Castro y con el jefe de ambos jugando a los discursos como si fuera John Fitzgerald Kennedy.

Y eso sí, antes de ayer Cataluña y hoy Madrid como ejes centrales de la política mundial. Y así nos va.

¡AH! Y MI POSDATA. Sobre la libertad de prensa, que no es lo mismo, aunque se le parece, que la libertad de expresión.

Con la excusa del covid, los partidos en general han visto el cielo abierto. Con las limitaciones de espacio y de gente... limito fotógrafos, cámaras y, ya de paso, limito preguntas.

Esto en cuanto a la campaña. Así en general... ¿Tú te fías del modelo de libertad de prensa de todos los candidatos? ¿Tú te fías del modelo de libertad de opinión de Pablo Iglesias o de Iñigo Errejón? Yo... NO.

Y ese es el verdadero problema de Ángel Gabilondo. Que el pacto con estos, si dan los números, es inexorable. Ese es el problema. Y lo saben... todos.