Expósito: "Ea, ea, ea, Otegui se cabrea. Como dice el refrán... Ladran, luego cabalgamos"

Titulares del día. Que es lo mismo que resumir los marrones habituales, las dudas, los miedos y los datos y las perspectivas de la crisis:

En el Consejo de Ministros siguen a tortas, ahora por el Salario Mínimo Interprofesional. Europa vuelve hacia atrás en las restricciones contra la pandemia. La vacuna podría adelantarse unos días en Europa... ¡Ojalá!... y Otegui (no hay día sin los socios de Pedro Sánchez), que ahora se queja de la repetición de su juicio en el Supremo.

Dicho esto y antes de pensar en cortarnos las venas, te cuento algo que me ha pasado y hago autocrítica.

Mi amigo Jaime me recuerda una noticia que ha pasado desapercibida. Es de hace casi tres semanas y se data en Bruselas.

Mi amigo se ha tirado toda su vida leyendo entre líneas, analizando, escuchando, informando... y me remite un artículo firmado por Jaume Rexach en El Triangle.

Titular: El sueño independentista se acabó el 26-N del 2020. ¿Pero por qué?

26 de noviembre del 2020. El Parlamento Europeo votó una enmienda presentada por la diputada de Esquerra Republicana Diana Ribas. Proponía el reconocimiento del derecho de autodeterminación de las entidades sub-estatales que reivindiquen su identidad nacional diferenciada, como puede ser el caso de Cataluña, pero también de Flandes, el País Vasco o el Tirol.

La idea de Diana Ribas fue rechazada por 487 votos en contra, 170 a favor y 37 abstenciones. Los representantes democráticamente elegidos de los casi 450 millones de habitantes de los 27 estados miembros de la Unión Europea decidieron libremente, por una aplastante mayoría, que el derecho de autodeterminación -y, por tanto, la independencia- es improcedente dentro del ámbito europeo.

Recuerda Rexach que esta votación del Parlamento Europeo ha pasado muy desapercibida en el debate político de Cataluña, a pesar de que tiene una importancia trascendental: la independencia de Cataluña no es compatible con la pertenencia a la Unión Europea.

Desde este 26-N, los secesionistas catalanes se han quedado sin argumentos, salvo que defiendan claramente nuestra salida del espacio europeo.

Entiendo que estamos como estamos y que no damos abasto entre pandemia, vacunas, crisis económica, los socios, la inmigración... Entiendo que no nos caben ni los escándalos ni las mentiras. Ni las meteduras de pata, ni los problemas.

Pero reconozcamos los errores. Hay noticias como esa decisión del Parlamento Europeo que no se nos deberían escapar: la Unión Europea cerró la puerta a las independencias regionales dentro de Europa.

¿Y ahora qué? Estos son capaces de seguir con sus obsesiones. Estos, en su supremacismo, son capaces de ser más que la propia Unión. El independentismo catalán es más que el Parlamento europeo, que la Comisión, que Alemania y Francia.

Entiéndaseme la ironía. ¿Cómo podemos comparar a Puigdemont o a Rufián con Angela Merkel o con Macron? Por favor, la altura de estadistas de los herederos de Pujol no es comparable con ningún líder europeo. Y mientras, el primo de Zumosol en La Moncloa sin decir ni "mu". No se vayan a molestar los socis.

¿De verdad aceptarían los independentistas catalanes salir de Europa? ¿En serio?

Todo era una enorme mentira. Todo es un órdago imposible. Todo es un disparate, solo que ahora, cogobernando España.

Y puestos a hablar de socios. El principal... Arnaldo Otegui. Nunca defrauda. Quien con niños se acuesta, meao se levanta. Quien con terroristas pacta... salpicado de ya sabes qué se levanta.

Vamos a ver. Aquí el terrorista condenado y confeso recurre a Europa su condena por el Tribunal Supremo. La justicia europea le da la razón y ordena repetir el juicio por una auténtica idiotez.

El Supremo acata. Se repetirá el juicio... y Otegui se mosquea. ¿Por qué... si le han dado la razón? Pues porque tendrá que retratarse en público, otra vez, sobre ETA y sobre Batasuna. Y lo vamos a ver y a oír todos. Y él quedará como lo que es: un cobarde.

¡AH! Y MI POSDATA... Ea, ea, ea, Otegui se cabrea. Como dice el refrán... "Ladran, luego cabalgamos".

Cuando el Supremo le vuelva a preguntar a Otegui por su relación con ETA o Batasuna y el socio conteste eso de "No pienso responder", el juez se callará. Y el Gobierno quedará como Cagancho en Almagro.