Expósito: "¿Qué es peor? ¿4 casos de trombo entre 30 millones o los contagios si no se hubieran vacunado?"
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¿Qué quieres que te diga? Si sobra alguna vacuna por ahí... que me llamen, que yo me la pongo. No es necesario ni siquiera que convoquen a personal sanitario para que me la inyecten. Hago lo que hicimos con la vacuna de la gripe.
Aquí, en casa, mi productora jefe de COPE Tres Cantos y yo nos cogemos así un pellizco en el hombro y a correr.
Sinceramente, esto de la pandemia nos está volviendo locos. Hacemos más caso a lo que cualquiera cuelga en una red social que a lo que nos dice el médico. Nos fiamos más del Facebook que de nuestra farmacia de toda la vida.
Llevamos un año pidiendo expertos de verdad y cuando aparecen... que les den. Que a mí me han dicho, que yo creo que, uy a mí no, que ensayen con otro, que yo no soy ningún conejillo de Indias.
Lo dicho: con la mano en el corazón, si sobra alguna vacuna de Astra Zeneca que me llamen. Que aquí está el tío.
¿Qué está pasando en esta sociedad nuestra para no creernos nada, ni siquiera a la ciencia? Por partes.
1.- Las mentiras las sueltan las propias fuentes oficiales. Cuando te miente el presidente del Gobierno, el vicepresidente, Fernando Simón o el ministro de turno... ¿por qué te vas a creer a la autoridad competente?
2.- Estamos --en general-- absolutamente colgados de las redes sociales. "Lo he visto en el Facebook" y parece que es la Biblia. "He visto un video en Instagram" y parece que se trata de un mensaje institucional en la BBC.
3.- ¿Alguien se ha leído un prospecto de cualquier medicamento? ¿Te has leído la autorización que firmamos todos para una anestesia, una radiografía de contraste o una prueba nuclear?
Vamos a ver. ¿Qué es peor: cuatro casos de trombo entre 30 millones de vacunados o los contagios de Covid si esos 30 millones NO se hubieran vacunado?
Mezcla amarillismo periodístico con histeria colectiva, con manipulación política y con locura por las redes sociales... y te sale esta situación.
Eso sí, muchos de los mismos que ahora son activacunas se reúnen en casa con quienes no deben, salen, entran, viajan con excusas y, por supuesto, presionan contra la vacuna que les toque.
Partiendo de la base de la responsabilidad individual y de nuestros histerismos particulares, la política tiene mucha culpa de este caos. Una autonomía hace una cosa, la otra (del mismo partido) hace la contraria o viceversa; la ministra dice que dijo pero el consejero dice lo contrario... Y, entre medias, el Consejo de Ministros, el Consejo Interterritorial, el Consejo Europeo, EMA, la OMS y tú con las redes y nosotros haciendo titulares lo más grandes posibles.
Ejemplo del caos autonómico sanitario: el penúltimo episodio sobre las vacunas. ABC publicó ayer que la Comunidad de Madrid se reunió con el laboratorio ruso de la vacuna Sputnik, Sánchez salió raudo y redicho a pedir responsabilidad y hoy hemos sabido que Ximo Puig, presidente valenciano, hizo lo propio con el laboratorio de la vacuna de Jansen.
¿Hará Pedro Sánchez una rueda de prensa para pedirle responsabilidad al presidente valenciano? Es más: ¿Cuántas Comunidades Autónomas se han reunido con los laboratorios de las vacunas bilateralmente?
No me cansaré de repetirlo. En todos los sentidos y para todos los afectados: RES-PON-SA-BI-LI-DAD.
E insisto: si sobra una vacuna por ahí en algún frigorífico de Valladolid, que me llamen. Que voy para allá.
¡AH! Y MI POSDATA. Esta mañana, repasando las fotos del Consejo de Ministros de ayer, he recordado la barbaridad de miembros de nuestro Gobierno: 23 ministerios, 23, con más de 700 asesores. Más de 700. Ponlos en fila. Uno a uno y cobrando su sueldo.
Le he pedido a mi compañera Lucía un ejercicio muy concreto. ¿Cómo son los Gobiernos de nuestro entorno?
Nosotros, 23 ministros; el Gobierno de Alemania, 16 miembros (la canciller federal, 14 ministros y el jefe de la Cancillería federal); Francia, 17 miembros (primer ministro y 16 ministerios); Italia, 24 ministerios; Portugal, 20 ministerios. Y Estados Unidos, 17 miembros (presidente, una vicepresidenta y 15 departamentos).
Repito: España, con un 20 por ciento de paro real y en plena hecatombe económica... 23 ministerios y más de 700 asesores, uno a uno. Eso sí: todos y todas progresistas y progresistos; reformistas y reformistos.