No sé tu caso concreto. No sé si eres uno de esos pequeños empresarios en quiebra, si eres una parada en ERTE, un joven de esta generación con tan mala suerte o una sanitaria agotada. Seas quien seas, de lo que estoy convencido es de una cosa: no entiendes nada.
Mira, he hecho un rápido repaso por los titulares de los principales periódicos nacionales. Escucha este resumen del caos.
ABC. "Madrid vuelve a las áreas de salud y se autoimpone un «toque de queda» nocturno en la actividad social y económico. El objetivo del Gobierno regional es acabar con las fiestas privadas y reuniones sociales y dañar lo menos posible al sector empresarial. Recomienda no salir de casa a partir de la medianoche, pero no puede obligar por el marco jurídico".
EL MUNDO. "Alerta laboral: avalancha de nuevos ERTE y despidos desde el lunes. Las nuevas medidas de choque contra la epidemia van a disparar la demanda de ERTE, y también de despidos desde la próxima semana".
EL PAÍS. "Andalucía, Comunidad Valenciana y Castilla y León se adelantan a Sanidad y aplican toques de queda. Gobierno y autonomías buscan fórmulas jurídicas para limitar movimientos de noche. El Consejo Interterritorial aprueba un ‘semáforo’ de riesgo para imponer restricciones".
LA RAZÓN. "Los expertos advierten: «El toque de queda es una medida insuficiente. La peor situación epidemiológica en España se debe a nuestra cultura y nuestra manera de relacionarnos», señalan".
LA VANGUARDIA. "El toque de queda se aplaza por los recelos de Catalunya, Madrid y Euskadi. El Gobierno busca otra vía legal distinta al estado de alarma para restringir la movilidad nocturna. Sólo madrileños y vascos no apoyan el plan de alertas de Illa, que incluye cerrar bares a las 23 h. Castilla y León (PP) pide por escrito a Sanidad el veto a las salidas a partir de medianoche".
Y EL PERIÓDICO. "Catalunya se plantea reabrir bares y restaurantes si entra en vigor el toque de queda. La patronal lo vería positivo siempre y cuando fuera hasta medianoche e incluyera a locales de ocio".
Este es el carajal. Y ahí van las conclusiones:
1.- Es imposible aclararse. Granada, Aranda, Ponferrada, Navarra, Comunidad Valenciana, Almendralejo, Vallecas para un lado o el otro, Santiago o Salamanca, Ibiza, Huesca, Zaragoza y Teruel, Asturias, Barcelona... Cada uno de estas comunidades, ciudades, pueblos o barrios, de su padre y de su madre, sin saber si el juez de turno le va a tumbar lo que sea.
2.- Así... ¿Quién es el guapo que contrata o planifica en su negocio?
Sólo hay una cosa peor que la incertidumbre, y es la ruina. Cada semana que pasa en medio de este desastre, las quiebras se multiplican. Y les importa un híga.
3.- No se ha legislado nada en todo este año. Ni antes del confinamiento, ni durante, ni después. Y así seguimos, perdiendo el tiempo desesperadamente.
4.- Parecemos el ejército de Pancho Villa.
5.- ¿Nadie se da cuenta de que el virus no entiende de fronteras, ni de estatutos de autonomía o de competencias transferidas?
¡AH Y MI POSDATA!...
El problema son los socios. Porque seguimos sin contar con los jueces para reformar el Poder Judicial; sin los maestros para la Ley de Educación, sin los economistas para la hecatombe y sin los científicos contra la pandemia.
Eso sí, todo de la manita de Esquerra, Batasuna, el PNV, Convergencia o como se llamen y ahora hasta con la CUP.
Yo estoy convencido de que entre Isabel Díaz Ayuso y García Page no habría diferencias de gestión o entre Lambán y Fernández Mañueco o entre Fernández Vara y Juanma Moreno.
El problema es que Pedro Sánchez está más cómodo con Pablo Iglesias, con Junqueras y con quien toque esa semana desde el Parlamento Vasco.