La Linterna visita la Galería de las Colecciones Reales en Madrid: "Son las más importantes del mundo"

Francisco de Goya pintó en 1799 dos obras de gran tamaño. Carlos IV en uniforme de coronel de los guardias de corps y María Luisa de Palma en traje de corte. Estos retratos han sido descolgados de la antecámara de Carlos III en el Palacio Real. Su nuevo destino son las paredes de un nuevo museo en Madrid, la Galería de las Colecciones Reales. Este edificio de 40.000 metros cuadrados y un presupuesto cercano a los 170 millones de euros está situado junto al Palacio Real y la Catedral de La Almudena. Allí ha tenido la oportunidad de estar Ángel Expósito para hacer un recorrido por la historia y el arte español.

Leticia Ruiz Gómez, directora de las Colecciones Reales de patrimonio nacional, que había sido hasta 2020 la responsable de pintura española del Renacimiento en el Museo del Prado, afirma que “Las Colecciones Reales españolas son de las más importantes del mundo y, al contrario que en otros países, es propiedad de todos los españoles”.

Estas piezas históricas se exhiben ahora en esta colección porque hay un precedente durante la Segunda República que no se pudo llevar a cabo a causa de la guerra. Durante el gobierno de Jose María Aznar se recuperó el proyecto que, finalmente, se establece ahora. Pese a que las obras tienen unos lugares propios, en esta galería existe un orden y una forma de explicarlo que le da un sentido.

"El espectador siempre va a encontrar algo nuevo"

En total son unos 170.000 los bienes históricos custodiados por Patrimonio, de los cuales en esta galería se expondrán 700. Sobre este dato, la directora de la galería aclara que “lo que se va a ver aquí es una decantación muy buena de bienes que van a ir rotando, lo cual hace que el espectador siempre vaya a encontrar algo nuevo y además pone de manifiesto como no hay menoscabo”.

“Una de las grandes alegrías que nos hemos llevado preparando el museo”, explica Leticia Ruiz, “es el monumento de Semana Santa del monasterio de la Encarnación". "Fue una sorpresa porque no contábamos con él. La abadesa del monasterio fue la que me dijo que nos lo llevásemos y durante la restauración nos dimos cuenta de que era una pieza de Ventura Rodríguez”.

La primera de las salas de exposición de la galería es la de los Austrias. Desde ella se pueden ver el Campo del Moro, la Casa de Campo y otras estructuras que forman parte del patrimonio nacional. Sobre el diseño del edificio, Ruiz explica que “es muy moderno y también está en la línea del estudio que lo realiza, Tuñón y Mansilla. Han hecho un edificio muy elemental con base en granito, madera y cemento, materiales que dialogan muy bien con las piezas históricas”.

"Los tapices se lavaban en las aguas del Manzanares"

La sala de los Austrias se encuentra tras una gran puerta de madera, tras la que se encuentran las columnas salomónicas, que son cuatro piezones que formaron parte fundamental del retablo mayor de la Iglesia del Hospital de los Aragoneses o de Montserrat. Suponen la nota más importante del Reino de Aragón que hay en las colecciones reales.

En la sala dedicada a Isabel la Católica se encuentra el políptico que originalmente tenía 47 tablas, de las cuales 12 se pueden ver en la galería. Las faltantes están en museos americanos, aunque la mayor agrupación se encuentra en esta galería, cuyo contenido ha sido siempre propiedad española, sin expolio ni robos.

También podemos encontrar en la sala de Juana de Castilla unos tapices encargados por ella cuando estaba en Bruselas. Estos tienen detrás un trabajo de restauración y conservación delicadísimo que, según Ruiz, “explica por qué han tenido tanta vigencia, porque eran muy útiles y estaban tan bien hechos que durante siglos se lavaron en las aguas del Manzanares”.

La formación de la ciudad de Madrid y La Roldana

Además, en este edificio también se encuentran los restos arqueológicos más antiguos de Madrid, la muralla árabe, sobre los que se han hecho un trabajo de documentación histórica muy importante que recrea cómo a partir de esa muralla nace la ciudad de Madrid como un gran baluarte defensivo árabe que también servía para otear al enemigo para defender Toledo.

En cuanto a pintura, en el espacio Felipe IV se encuentran obras como 'Caballo Blanco' de Velázquez, una obra que se encontró tras el fallecimiento del artista en su taller y que no tiene jinete porque todavía faltaba pintarlo. También hay piezas con una importancia de la magnitud de la carta de presentación de 'El Greco'. Son cuadros de una época en la que el artista no pintaba tan estilizado, en palabras de Ruiz: “El Greco fue siempre El Greco, pero al mismo tiempo tuvo un desarrollo formidable”.

Por otro lado, podemos encontrar también esculturas de la talla de 'La Roldana', una de las joyas de la corona de la exposición. “Esta escultura tiene mucho interés para el público porque es obra de una mujer y que refleja muy bien lo que fueron las mujeres artistas durante muchos siglos”. Ya en la sala de los Borbones podemos encontrar joyas como los planos originales del actual Palacio Real (el palacio más grande de Europa) o el último trabajo de Goya antes de partir hacia Francia.