El ángel de la guarda del accidente de autobús de Avilés
Conoce su historia en 'La Linterna'
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La historia que ha contado Ángel Expósito en 'La Linterna' desvela un momento importante al que apenas se le ha dado importancia dentro del accidente de autobús de Avilés (Asturias). José, es el protagonista de la misma. Y gracias a él, se salvó la vida de Miguel, uno de los pasajeros del autobús en el que perdieron la vida cinco personas.
Como cuenta en su web 'La Voz de Asturias', José, es un hombre que se convirtió en el ángel de la guarda de algunos de los pasajeros que viajaban en el vehículo. Pero sobre todo de uno de ellos, Miguel.
“Miguel es un chico joven que se había subido en la parada de Avilés y tenía previsto viajar hasta Gijón... Estuvo a punto de perder el autobús, pero llegó a tiempo. Pensó sentarse en el asiento de la primera fila para trabajar con el ordenador portátil... pero finalmente decidió irse un poco más atrás. No le dio tiempo ni a sacar el ordenador... Estaba con el móvil cuando, de repente, vio volando una señal luminosa de obra. Miro para atrás intentando saber qué es lo que sucedía y ese es su último recuerdo.. el tremendo impacto le dejó inconsciente”, cuenta Expósito en 'La Linterna'.
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“Cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue una cara desconocida. Era José. Fue el encargado de despertarle, le preguntó su nombre y le explicó la situación para tranquilizarle. Después le prestó su móvil para que el chico hablase con sus padres y estuvo acompañándole en todo momento hasta que los Servicios de Emergencia pudieron rescatarle”.
José es un minero jubilado de Mieres que iba a comer con su mujer para celebrar el aniversario de su boda. Se encontró el accidente mientras conducía... “En cuanto vio el autobús empotrado, no se lo pensó dos veces. Apartó el vehículo en la carretera y puso los cuatro intermitentes. Le dijo a su mujer que no se moviera y se lanzó a la carretera. Salto la vaguada, esquivó coches y logró llegar al autobús. Al entrar en el vehículo se encontró la crudeza de lo ocurrido. Lo primero que vio fue al conductor del vehículo, tenía una herida tremenda en la pierna... pero estaba consciente. Habló con el para tranquilizarle. Luego, viendo la cantidad de pasajeros que estaban heridos... rompió la ventana trasera del autobús para ir liberándolos poco a poco. De esta forma, pudieron salir los heridos más leves. También se fijó en aquellos que estaban atrapados...”. “A todos traté de tocarles la cara. No sabía si lo notarían, pero quería que al menos sintiesen una caricia”, ha contado José luego.
Fue entonces cuando tuvo que centrarse en a quién debía ayudar. Descartó a los heridos más graves, porque no podría hacer nada por ellos, y se acercó a Miguel. Estaba inconsciente y sangraba por la nariz. No se separó de él ni un momento. El resto ya es historia. Entre las familias de Miguel y José ya se ha creado un vínculo especial.