Así reaccionan los adolescentes en las charlas de educación sexual: un doctor describe lo que sucede

Los delitos sexuales han aumentado hasta un 12 % si lo comparamos con los mismos datos del año pasado. Las denuncias por violaciones ya van por las ocho al día, la mayoría de ellas por agresiones con penetraciones que se han incrementado hasta un 34 % llegando casi a las tres mil. Sin embargo, a pesar de estos datos, las comunidades autónomas continúan sin impulsar los recursos necesarios para afrontar este problema.

Ante esta situación, se propuso a las comunidades autónomas abrir un centro de crisis para poder atender las denuncias que se registran. Tan solo cuatro han puesto en marcha esta iniciativa. Unos delitos cuya mayoría se producen en el ámbito privado.

Si nos fijamos en las mujeres adolescentes, el 14 % afirma haberse sentido presionada para actividades de tipo sexual. El problema radica en la educación, ya que se calcula que el 45% de adolescentes y jóvenes no habrían recibido ningún tipo de educación sexual.

La importancia de la prevención a través de la educación sexual

La educación sexual es una herramienta fundamental para que niños, adolescentes y adultos, tengan la información necesaria a la hora de tomar decisiones saludables sobre el sexo y la sexualidad en general. El doctor Carlos Chiclana tiene un programa que ayuda a impartir este tipo de educación por los colegios y advierte en La Linterna que es importante afrontar este tema “con las familias de esos adolescentes en unión con los colegios y profesionales para dar una formación integral. Debe ser coordinada para que no haya mensaje ambivalente”.

Sobre el aumento de delitos sexuales en el último año, un 12%, Carlos Chiclana apunta a una de las hipótesis que más se aproxima a ser la causante de esta situación: “La exposición precoz a la pornografía y esto se origina por la facilidad de tener un móvil con datos”. Aunque, según apunta el doctor, no son datos concluyentes, hace referencia a un ejemplo: “Los accidentes se pueden causar por muchos motivos, pero si el alcohol está de por medio aumenta la probabilidad y, en este caso, si la pornografía está de por medio aumenta la probabilidad porque las personas pasan a ser un objeto para mi placer, no una persona con la que comparto intimidad y pierdo la perspectiva”. De esta forma, la pornografía es una de las variables importantes y existen programas específicos. 'Cómo dejarlo' es uno de esos programas que ofrece apoyo para abandonar el uso de la pornografía de forma anónima y online.

La reacción de los adolescentes en las charlas sobre educación sexual

Cuando Carlos Chiclana va los colegios a impartir clases de educación sexual, las reacciones de los alumnos son de todo tipo y, también con ellas, se pueden extraer conclusiones: “Se asombran de cuestiones que se les explican más amplias como los cuidados, la vinculación, el afecto, el respeto... y a la vez saben demasiado de cuestiones que no deberían saber a esa edad. Han estado expuestos a contenidos para los que no están preparados”, que se encuentran en series, películas, redes sociales o la pornografía.

A su vez, el doctor cuenta que los adolescentes están ansiosos de saber más y de resolver sus dudas, pero para esto, el doctor les sugiere que “tienen que hablar con sus padres, personas que les quieren, no con desconocidos ni buscar en internet”. Por este motivo, inciden en la necesidad de impulsar la formación de los padres para que puedan responder las preguntas de sus hijos: “Antes se decía, ¿cuándo tengo que hablar con mi hijo de sexualidad? Esta pregunta ya está obsoleta, no hay un momento. Se educa al respeto desde el inicio o se educa a los buenos modales desde el inicio, pues lo mismo con la sexualidad, porque surgen muchas oportunidades”.

Precisamente este tipo de contenidos pornográficos, que consumen adolescentes, van dirigidos, en su mayor parte, a los varones: “La mujer es la que está al mal servicio del macho al que tiene que excitar. Ahí hay un mensaje claro. Exige una educación previa, porque, por un lado, decimos que hay que pedir consentimiento, pero, por otro lado, decimos que todo vale y que puedes consumir lo que te dé la gana”. El experto asegura que, por estos motivos, los jóvenes están confundidos y mal educados.