COPE vive la Semana Santa alrededor del mundo: "Llama la atención la dimensión social que tiene en España"

En pleno Viernes Santo La Linterna ha hecho un viaje alrededor del mundo para conocer cómo se están viviendo estos días en países tan diferentes como Corea del Sur, Perú, la República Democrática del Congo o, incluso, una zona de guerra como es Ucrania. Y lo hace a través de las voces de los misioneros que están encargados de llevar hasta allí no sólo los valores cristianos, sino también actividades de formación a jóvenes y de compañamiento.

El primero de ellos es un cordobés de nombre Pedro, y que se formó como sacerdote en Ucrania, donde aún sigue a pesar de la guerra: “La situación hablando solamente en Kiev esta bastante tranquila en las últimas dos semanas, aunque nunca sabes lo que va a pasar, pero hace un mes que no nos cortan la luz y eso ayuda bastante. Pero en el sur y en el este la situación sigue siendo crítica”, explica en COPE. Y es que ya han pasado 13 meses desde que la guerra estalló en Ucrania, pero eso no les priva de celebrar la Pascua: “Celebramos que Jesucristo ha resucitado, el Evangelio no ha cambiado a pesar de la situación que estemos viviendo. Lo vivimos con esperanza viendo cómo vivimos la Pascua el año pasado, con una situación aún más crítica que la de hoy, el Señor nos ha sacado de esa muerte”.

Así, la misión de Pedro, como él mismo asegura, es que, aunque sentimientos como el odio y la ira están a flor de piel, “el Espíritu Santo nos anima a hablar del amor al enemigo, es nuestra misión y lo que transmitimos a la gente”. “El señor hace dar frutos en medio de esta situación, han venido varios ateos a bautizarse”, concluye.

El Viernes Santo en Perú y el Congo

También se ha trasladado La Linterna a la selva amazónica, concretamente en Perú. Allí ejerce como administrador apostólico un leonés, el Padre Miguel Fuertes. Es misionero agustino y estos días los vive de forma muy intensa. Allí, en esa zona de Perú, hay dos días muy especiales: el Domingo de Ramos y este Viernes Santo: “Aquí en la selva los ramos y las imágenes es algo más visible y tocable. La resurrección es algo más de pensamiento abstracto, pero en el Domingo de Ramos los llevas a casa, los tocas”, explica a Rubén Corral.

Como subraya el Padre Miguel, en Perú “la religiosidad popular está basada en las imágenes y el ramo es una imagen más, por ello la gente se vuelca ambos días, concretamente el Domingo de Ramos, que es cuando más gente participa”. “El Viernes Santo no hay la misma tradición que en España pero sí la visita a los monumentos, las 7 iglesias. Tenemos una procesión por la noche en Iquitos, que sí va bastante gente”, añade.

Y, de Perú, hasta la República Democrática del Congo, un país cristiano para casi el 80% de la población estas fechas son las más importantes del año para vivir su fe. En Kinshasha está un sacerdote español, ayuda a jóvenes a salir adelante, a obtener una formación y poder ganarse la vida. Es el Padre Manolo Jiménez provincial de los salesianos en ese lugar: “en las calles no hay procesiones, el impacto social de la Semana Santa en España o Andalucía no lo conocemos en las ciudades africanas. Tiene lugar más en los templos parroquiales, que se abarrota con los miembros parroquiales, en día en los que muchos grupos y movimientos se organizan para tener su retiro”.

Así viven los coreanos la Semana Santa

Pero, más allá del Congo y Perú, en COPE hemos querido tomar el pulso a la Semana Santa desde el extremo opuesto, Corea del Sur, un país en el que sólo el 10% de la población es cristiana, los protestantes un 30%. Allí se encuentra la madrileña Ester Palma, que pertenece a la Comunidad de Servidores del Evangelio de la Misericordia de Dios y, desde hace más de 15 años, es misionera en el país asiático. “Aquí no hay procesiones, la cultura religiosa fuerte es el budismo, no se hacen procesiones, no hay nada cultural cristiano o católico”, explica.

No obstante, las costumbres españolas respecto a la Semana Santa, asegura, llaman mucho la atención en el país coreano: “Les impresiona mucho que esté permitido por el Gobierno que se pare el tráfico por las procesiones, que sea algo social, les parece impresionante. Es muy llamativo los penitentes, es un mundo extraterrestre para ellos, pero algo muy bonito de ver”, concluye.