Diego Garrocho: "Que un delincuente probado acceda a la presidencia de los Estados Unidos constituye una evidente anomalía"
El profesor de Filosofía responde en La Linterna a la pregunta de si "corre peligro la democracia con Donald Trump"
Madrid - Publicado el
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A ver si superamos un poco el umbral de lo obvio. Que un delincuente probado sobre el que pesan sentencias condenatorias acceda a la presidencia de los Estados Unidos constituye, desde luego, una evidente anomalía. Que Donald Trump es, además, un convicto y un provocador dispuesto a estresar las garantías constitucionales también es un hecho.
Su connivencia con el asalto al Capitolio en 2021 debería bastar para demostrar, de una vez por todas, su talante antidemocrático. Y la docilidad con la que los magnates tecnológicos de Silicon Valley aplauden las excentricidades del nuevo presidente es un agravante más que debería inquietar a todos aquellos que creen en los contrapesos al poder político. Hasta ahí lo obvio. Pero la democracia liberal está en peligro no solo por el nombramiento de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Las democracias no caen únicamente cuando son atacadas por sus adversarios. Se debilitan cuando quienes están llamados a defenderlas miran hacia otro lado o contribuyen a su fragilidad.
Ahora, y con razón, muchos se llevan las manos a la cabeza por el retorno de Trump a la Casa Blanca y su alianza con Elon Musk. Sin embargo me sorprende contar, entre quienes ahora hacen vehementes aspavientos, a intelectuales que hace tan solo una década escribían artículos y ensayos a favor del populismo. Los mismos que celebraron el populismo cuando caía del lado de su trinchera ahora se travisten de demócratas ejemplares. De poco sirve hiperventilar con Trump si callas cuando son los tuyos quienes señalan a jueces y periodistas.
Quienes miraron hacia otro lado cuando Twitter cerró la cuenta de Trump pero mantuvo la de Maduro ahora nos advierten sobre los riesgos de los algoritmos. Quienes ayer certificaban el final de la democracia para dar paso al populismo lamentan ahora que ese populismo haya cambiado de bando. Bienvenidos sean al lado de la democracia liberal y del imperio de la ley. Espero de verdad que no sea demasiado tarde y ojalá se guarden un poco de energía para cuando sean los suyos quienes afrenten el Estado de derecho.
Trump sin duda es un problema, pero que Joe Biden se haya despedido indultando a miembros de su familia, preventivamente, es la prueba de que Trump no es el único problema.