Diego Garrocho: "Mazón se ha prestado a asumir las consignas xenófobas y, por cierto, antipatrióticas de Vox"
El profesor de Filosofía reflexiona sobre qué es una nación tras el acuerdo entre el Gobierno y Junts para el reparto de menores migrantes

Madrid - Publicado el
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¿Qué es una nación? Pues en el día en el que el Consejo de Ministros ha aprobado una modificación de la ley de extranjería para satisfacer las insolidarias exigencias de Junts para Cataluña y apenas 24 horas después de que Ignacio Garriga, secretario general de Vox, haya expresado su voluntad de impedir la llegada de menores no acompañados a la Comunidad Valenciana, creo que preguntarnos qué es una nación resulta especialmente pertinente.
Una de las definiciones más clásicas es la que formuló el abate Sieyès, uno de los padres de la Revolución Francesa, quien describió la nación como la unión de ciudadanos bajo una ley común. Es decir, la pertenencia a una nación se define a partir de una igualdad sustentada en normas compartidas que nos hacen iguales. Ernest Renan, en 1882, la definió como un plebiscito diario basado en el deseo de estar juntos, mientras que Ortega la describió como un proyecto sugestivo de vida en común. Esa apelación a lo común, ya sea un futuro común, un presente común o un pasado común, nos recuerda que no hay nación sin un ejercicio de solidaridad forzosa, en el que el destino de cada persona esté, de alguna manera, ligado al de sus conciudadanos.
La inmigración es un desafío político que conlleva oportunidades, pero también algunas dificultades y, desde luego, mucho gasto puntualmente. Algunos territorios, como Canarias o Ceuta y Melilla, enfrentan esta realidad de manera particular y el resto del país debería asistirlos si España aspira realmente a funcionar como una nación. La debilidad de Sánchez lo ha llevado a ceder ante las exigencias insolidarias de Junts, pero ahora también Mazón se ha prestado a asumir las consignas xenófobas y, por cierto, antipatrióticas de Vox.
Mientras que existan territorios privilegiados, no habrá una verdadera ciudadanía, por una razón muy sencilla, solo hay nación allí donde se está dispuesto a compartir la suerte con los demás. La buena suerte, desde luego, pero en muchas ocasiones y, sobre todo, la mala.