Unos estadounidenses denuncian al Museo Thyssen por un cuadro y destapan a su sorprendente dueño original

En 'La Linterna' desgranamos esta historia, cuyo final no se ha dirimido todavía a falta de una sentencia

Ana RumíRedacción La Linterna

Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

¿Cuántas veces has ido al Museo Thyssen de Madrid? Si has ido, aunque sea una vez, sabrás que es una de las colecciones privadas de nuestro país más sorprendentes que puedes encontrarte. Cuadros de diferentes estilos y de diferentes artistas que hacen que podamos sentirnos muy afortunados de tener esa pinacoteca. 

Pero hoy, en concreto, queremos hablarte de un cuadro que puede verse ya en el museo. El pintor que lo hizo se llamaba Camille Pisarro, uno de los grandes impresionistas de la historia y el lienzo se llama “Rue Saint Honoré después del mediodía con efecto de lluvia”. Puede parecer un cuadro aburrido, pero realmente es fascinante, no solo por la técnica, sino por su historia tan particular.

Rue Saint Honoré después del mediodía con efecto de lluvia, propiedad del Museo Thyssen

Esta obra – que, como te decimos, ahora puede verse en el Museo Thyssen en Madrid – tiene un curiosos origen que ha sido, por cierto, lo que ha provocado que unos estadounidenses denuncien ahora al museo. Un conflicto legal que todavía no ha terminado a falta de una sentencia.

En 'La Linterna', te contamos por qué ha surgido todo este conflicto.

¿Por qué existe este conflicto legal?

Lo cierto es que esta obra fue expoliada por los nazis en los años 30, varios años antes de que llegara a la colección del barón que pone nombre al museo. 

Este origen ha provocado un conflicto legal por ver quién es el legítimo propietario, y todo se dirimirá entre los herederos de la dueña judía expoliada y el Museo Thyssen.

      
             
      

Miguel Ángel Martorell es catedrático de Historia Social y experto en el expolio nazi, pone el foco en el punto central del litigio en 'La Linterna'. “El museo le compra el cuadro a un sexto comprador, no tiene por qué saber el origen, aunque a veces comprobarlo es sencillo. El reverso suele contar su historia, pero muchos museos lo han comprado de buena fe”.

Alamy Stock Photo

Museo Thyssen

La clave es esa, si el barón Thyssen actuó o no actuó de buena fe cuando compró el cuadro, es decir, si conocía su historia o no, si sabía que era un símbolo de uno de los mayores crímenes de la historia de la Humanidad.

Lo que está muy claro y sobre lo que no hay ninguna duda – porque está documentado - es que el cuadro perteneció a Lilly Cassirer. Ahora sus nietos han denunciado al museo frente a un Tribunal de California. Los herederos argumentan que el Barón Thyssen tenía la información suficiente como para deducir su sucio origen.

      
             
      

“Las reiteradas sentencias americanas dicen que es imposible probar que hubiera mala fe por parte del barón, pero tenía indicios suficientes como para saber cuál era el origen del cuadro” decía el experto.

El caso preocupa al museo, y mucho. España y Estados Unidos tienen un convenio para respetar, en primera instancia, las decisiones de los tribunales en este tipo de casos, sean del país que sean.

¿Cuándo puede salir la sentencia?

Cayetano Salas, abogado y socio de un bufete especializado en arte, cuenta cuáles serían los pasos a seguir, en caso de que el Thyssen recibiera una sentencia desfavorable en California.

      

“Lo normal es que las partes, en este caso abogados españoles, se opondrán a la sentencia. Si no le compra el argumento, existen los tribunales superiores e incluso el Supremo” expresaba.

Esto significa que, la decisión final podría retrasarse más de diez años. Uno de los argumentos de los abogados del Thyssen es que los herederos ya recibieron una indemnización del gobierno alemán por el valor del cuadro.

“El Estado alemán dice que ha hecho una reclamación, como no lo tienen, le dan dinero. Pero si lo encuentra, le tiene que devolver el dinero. Si no aparece jamás, está indemnizada, pero si aparece, no pierde los derechos de propiedad” explicaba.

El tema es complejo y, aunque parece que a corto plazo el cuadro no saldrá del Thyssen, los herederos van a intentar recuperarlo.. Habrá que seguirlo muy atentamente porque este caso podría abrir la puerta a que otros cuadros en esta misma situación cambiaran de dueño.