¿Ha cumplido el Estado con sus ciudadanos en la tragedia de la DANA? Las claves de lo que ha podido fallar entre el Gobierno y la Comunidad Valenciana

José Antonio Zarzalejos, periodista y abogado, explicaba en 'La Linterna' si el Gobierno ha estado a la altura o no de las circunstancias y cuáles son los errores cometidos

Pedro Sánchez, ayer en Paiporta
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Ana RumíRedacción La Linterna

Publicado el - Actualizado

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Esta noche el gobierno catalán ha dado por superado lo peor de la DANA en ese territorio. Se han registrado inundaciones en Tarragona y el litoral de Barcelona y se ha tenido que interrumpir durante algunas horas el servicio de Rodalies. Lo mejor es que no ha habido daños personales.

En cuanto a la situación en Valencia, aumenta la presencia del ejército para ayudar en las tareas de búsqueda y limpieza en las zonas afectadas por la DANA. Además, en estas últimas horas los buzos de la Armada de Cartagena – bajo coordinación de la UME – están inspeccionando la Albufera en búsqueda de cadáveres. De momento han fallecido 213 personas.

Cuando el otoño llama a la puerta de las ciudades situadas en el Mediterráneo,  todos saben que, seguramente, el inicio de la nueva estación vendrá acompañada de fuertes lluvias.

Sin embargo, el pasado martes, cuando empezaba a caer la tarde en Valencia, nadie imaginaba lo que estaba a punto de pasar.

Durante las primeras horas, los vecinos de la provincia de Valencia se preocuparon -simplemente- de sobrevivir. Pasado el rato, la supervivencia se transformó en preocupación por ver dónde estaban los familiares y vecinos desaparecidos. Luego, la necesidad llamaba a buscar algo de comida y agua potable. Y pasados unos días, todos los que estuvimos allí nos dábamos cuenta de la realidad, de todo el trabajo que queda ahora por delante y de que, una vez más, las administraciones de este país han fallado.

Y es que hoy, casi una semana después de la tragedia, hay un grito que sobresale por encima de todos los demás. Los de muchos vecinos preguntándose ¿Dónde están los mecanismos del Estado? ¿Dónde está la ayuda? ¿Aquí quién manda a la hora de la verdad?

El enfrentamiento político en una crisis sin precedentes

Una vez más, los políticos tratan de señalarse unos a otros para cubrirse ellos mismos las espaldas.

El problema es que mientras que ellos tratan de quitarse el barro de encima, hay muchos valencianos que se han empapado hasta el cuello.

Aunque para muchos políticos, los escombros apilados en la calle son sólo basura, para los valencianos, esos escombros son los recuerdos de una infancia que ya no volverá, o los muebles que regaló una madre, o el vestido de novia con el que alguien se casó, los trajes de fallera.

Está claro que el gobierno tenía que haberse remangado, tenía que haber declarado la emergencia nacional, el estado de alarma. Porque lo que ha pasado en la provincia de Valencia nos interpela a todos, como país y como Estado. Y lo que ha hecho el Gobierno es sentarse a mirar los toros desde la barrera para ver cómo el agua ahoga poco a poco al gobierno de Mazón.

Lo que hemos visto en las últimas horas, con los Reyes dando la cara ante los vecinos de Paiporta, con Pedro Sánchez saliendo por patas de ahí, con Mazón sobrepasado y como pollo sin cabeza.

Este lunes, el presidente valenciano, Carlos Mazón, ha pasado por los micrófonos de 'Herrera en COPE' para hablar sobre la situación crítica que atraviesa su comunidad tras el paso de la DANA y los incidentes que se produjeron ayer en Paiporta.

Mazón ha explicado que pidieron ayuda al gobierno poco después de comer y matiza que pidieron toda la ayuda posible. Sobre lo ocurrido con el sistema de alarmas y avisos, el presidente señala al gobierno.

¿Es España un Estado fallido?

José Antonio Zarzalejos, es periodista y abogado. Ha dirigido durante 7 años el ABC, estuvo al frente de 'El Correo' de Bilbao y ha escrito un artículo muy interesante en 'El Confidencial' titulado “el gobierno contra el Estado”. Aquí, en 'La Linterna', le pedimos que profundice sobre el tema y nos explique si, España se ha convertido en un Estado fallido.

Como él mismo explicaba, “cuando uno de los poderes no cumple con su parte, se resiente el resto, que es la que hace funcionar a la nación. Es lo que ha ocurrido. El Gobierno se ha sentado en el patio de butacas para decir que está dispuesto a ayudar, a que le pidan, cuando su papel, no solo por razones constitucionales, sino éticas y cívicas, tenía que haberse puesto al frente de la gestión de la catástrofe”.

VehÍculos en el interior de un garaje del que ya se ha achicado todo el agua este lunes en Paiporta

EFE

VehÍculos en el interior de un garaje del que ya se ha achicado todo el agua este lunes en Paiporta

Tanto es así, que cree que la actuación del Gobierno frente a esta tragedia “ha planteado un gravísimo problema, que un estado descentralizado como España tiene un aglutinante, y ese es la lealtad, y el Gobierno aquí ha tenido una profunda deslealtad respecto al resto del conjunto de la sociedad española, ha incumplido gravemente sus funciones” expresaba.

“Hay un virus en el Gobierno que es el de la soberbia, porque después de lo ocurrido el domingo, el ejercicio obligado por parte del Gobierno era el de la humildad, reconocer que se han confundido y crear una autoridad única que coordine, y aborde la comunicación de la tragedia de una forma coherente” comenzaba diciendo.

Además, considera que la inacción del Gobierno es especialmente grave. “A una semana, no ha habido convocatoria extraordinaria del Consejo de Ministros, ni siquiera para implementar las ayudas. Responde a una pérdida de conexión con la realidad, y hace que el Estado, cuando falla una de sus tres patas, se resienta. Estamos en una crisis de sistema, que es mucho más grave, porque nuestro modelo es el autonómico” sentenciaba.

Es admirable la solidaridad de los valencianos -y la de toda España- pero eso solo confirma que, en el fondo, el Estado ha estado ausente. Como explicaba el propio Expósito, “la catástrofe ha demostrado que el Gobierno no está a la altura y que el sistema de autonomías que rige España no funciona a la hora de la verdad”.

Solo el tiempo dirá si la confianza política puede repararse; el dolor por la pérdida de las vidas humanas, desde luego que no.

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