El giro en la vida de Hari: de explotar una mina bajo sus pies a enfrentarse a un reto que no consiguió nadie

El soldado fue destinado a Afganistán en 2010 y, tras la explosión de una mina, tuvo que reinventarse. Trece años después, sueña con batir un récord que parece imposible

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El giro en la vida de Hari: de explotar una mina bajo sus pies a enfrentarse a un reto que no consiguió nadie

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Monte Everest es una cumbre que, cada año, intentan alcanzar unas 800 personas. Edmund Hillary y Tenzing Norgay fueron los primeros en lograrlo en 1953. Desde ese momento, 4.000 alpinistas lo han conseguido. Más de 90 de ellos son españoles y Lluis Giner es uno de ellos: “Yo sentí muchísima satisfacción porque fue una expedición muy larga y muy difícil. Fueron muchísimas semanas con muchísimos inconvenientes. En el momento en el que llegué tuve muchísima satisfacción de cumplir un sueño”.

A lo largo de las décadas, se han logrado muchos hitos en esa cumbre: la primera ascensión sin oxígeno, el primer invidente que la escala, incluso, la primera boda celebrada en la cima... Pero ninguna, como la que quiere hacer Hari Budha Magar, un montañero con las dos piernas amputadas. Hari era cabo en un regimiento indio del ejército británico. En 2010, la explosión de una mina le dejó sin las dos extremidades. Estaba destinado en Afganistán. Sin embargo, jamás ha permitido que esto le detenga. Habiendo escalado ya otras grandes cumbres, ha puesto su objetivo en el Everest: “Lo que tiene delante es un reto mayúsculo. Es realmente un tema muy a tener en consideración, Es la superación humana en la máxima expresión”, apunta Lluis en COPE.

El primer paso fue lograr que Nepal anulara una prohibición, la que impedía que personas con discapacidad subieran el Everest. Pero tocaba lo más difícil: ascender. Después de un periodo de preparación y entrenamiento, está listo para iniciar la ascensión el próximo mes de mayo. Pero, ¿a qué dificultades se enfrentará allí arriba? Lluis Giner las sabe muy bien: “Hay una serie de dificultades que son comunes a todos los alpinistas. Por un lado, la aclimatación a la altura, el frío, el viento... La dificultad física la habrá trabajado con una preparación específica. Y luego puede tener algunos inconvenientes que es toda la parte de biomecánica de cramponar duro en una superficie que puede estar muy helada”.

Hari cuenta con dos prótesis que sustituyen a sus piernas. Ambas adaptadas para la escalada. Él está bien preparado, pero claramente se enfrentará a más inconvenientes que cualquier montañista. Aunque hay indicaciones que todos deben seguir para alcanzar la cima del mundo: “Lo importante es tener prudencia, anticiparse, tener una buena visión de 360º de lo que nos rodea y, en caso de duda, tomar siempre la decisión de poder volver a casa y poder explicarlo. Esto, para mí, es fundamental porque podemos volver a intentarlo, la montaña no se mueve”.

Por mucho que cumplas todo al pie de la letra, allí arriba hay cosas que no se pueden controlar. Más de 300 personas han muerto en su intento de coronar el Everest. Hay que ser muy consciente de a dónde se va: “Si tiene buenas condiciones con la montaña, puede conseguirlo. No tengo ninguna duda. Eso sí, siempre y cuando la montaña ponga las condiciones oportunas para que eso se pueda llevar a buen término, tenga discapacidad o no tenga discapacidad. La montaña siempre tiene la última palabra”.

Esperemos que el Everest se porte bien con Hari, porque si tiene éxito en esta empresa habrá conseguido un hito monumental. Ojalá le veamos pronto clavando su bandera en la cima. Hari tiene las dos piernas amputadas y va a intentar coronar la montaña más alta del mundo con dos prótesis.

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