¿Hasta dónde puede llegar el 'caso Koldo' y el exministro Ábalos? 'La Linterna' analiza sus consecuencias

Hoy hemos pasado del "caso Koldo" al "caso Ábalos". El que fuera número 3 del PSOE, el hombre que le montó las primarias a Sánchez, el tipo que controlaba el partido, se va al grupo mixto diez minutos antes de que le echen. Todo ha estallado a eso de las tres menos cuarto de esta tarde, cuando Ábalos anunciaba, desafiando a Sánchez, que mantendría su escaño y que se iría al Grupo Mixto.

Un caso que se torna indescifrable por ahora y que, cada vez, más complejo, tiene menos pinta de terminar. Todo surgía el pasado miércoles, cuando nos enteramos de la detención – y posterior puesta en libertad con medidas cautelares - del ex asesor de Ábalos por un supuesto cobro de comisiones en contratos de material contra el coronavirus.

Se le vincula con el cobro de sobornos en adjudicaciones de material sanitario. La operación la llevó a cabo la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, que practicó 26 entradas y registros, además de detener a una veintena de personas. Inmediatamente, todas las miradas se centraron en José Luis Ábalos.

Y entre dimes y diretes, desde el PSOE cierra filas y habla de Ábalos como alguien que cumple "con la ortodoxia" del partido y señalan, una vez más, al hermano de Isabel Díaz Ayuso.

24 horas después desde Ferraz echaron balones fuera y siguieron apuntando a Génova.

¿Qué significa este caso para el PSOE?

Unas horas después, parece que en el PSOE nadie había conocido nunca jamás a Koldo García, y lo tachan como "un asesor más", para evitar enfangarse. Sin embargo, todo saltaría después.

Sánchez, sabiendo que el caso le puede hacer mucho daño, habla de ejemplaridad. No está dispuesto a que la única bandera que le queda, la de la lucha contra la corrupción, se manche, y le dan a Ábalos un ultimátum para que renuncie a su acta de diputado. Algo, que el exministro desoye.

Y llegamos hasta hoy, donde, no solo no dimite, sino que se pasa al Grupo Mixto. Pero, ¿qué trascendencia tiene esto para el propio PSOE? Es lo que explica en La Linterna Ricardo Rodríguez, jefe de Política de COPE.

"La salida representa un duro revés para el PSOE, era de los más estrechos colaboradores de Sánchez, así como para la militancia. Esto era impensable hasta ahora y deja a la organización en shock. El diagnóstico es muy pesimista, aunque nadie a su alrededor ose llevar la contraria al líder" explicaba.

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Y con una aritmética parlamentaria tan apretada, con la importancia de un voto más o un voto menos, ¿cómo queda el equilibrio de mayorías? Pues Ricardo Rodríguez lo tiene claro: "es una piedra más en el zapato de Sánchez".

Y es que la bancada socialista se queda con 120 diputados, por lo que cualquier mayoría requiere, todavía más, de muchas negociaciones con los diferentes diputados.

"Deberá restablecer un canal de comunicación con Ábalos para que le den los números. Su marcha, con reproches, deja la tensión al máximo. Reconocen el tiempo extra en una legislatura de por sí muy compleja. La coalición mengua y pasa a estar respaldada por 146 escaños" sentenciaba.

Quién es Koldo García, su perfil más íntimo

Koldo García es un tipo que has visto muchas veces, en todas las fotos, está siempre al lado de Ábalos. Su profesión era la de vigilante jurado, pero de vez en cuando realizaba tareas de escolta. Miembro de UGT, afiliado al PSOE, llegó a ejercer como concejal del Partido Socialista de Navarra en Huarte.

El salto a la primera división de la política española de Koldo se produce durante las primarias en las que Pedro Sánchez es reelegido secretario general del PSOE. Koldo llega a Madrid y empieza trabajar como chófer-escolta de Ábalos, como el propio Ábalos dijo, se convirtió en una especie de asistente personal. Con Ábalos como ministro de Transporte, él se convierte en consejero de RENFE.

Digamos que esta es la vida profesional y política de Koldo. Pero el asesor de Ábalos ha sido protagonista de otros episodios, cuando menos, reprobables. Alguien que le conoce bien es nuestro compañero José María Olmo, y asegura que se trata de alguien que "supo moverse en un segundo plano para escalar en la pirámide de poder y llegar casi a la cúspide".

Como explicaba, su historia comienza en Pamplona al vigilar de vigilante de seguridad, hasta que en 1991, tiene un primer encontronazo con la Justicia. "Es un episodio muy tenebroso, un vecino de un pueblo del sur de Pamplona, volvía a casa después de cargar combustible para su finca y se encontró con un camión de obras en medio de la carretera. Cuando estuvo 30 minutos parado, pidió que abandonaran la carretera, y ahí empezó una discusión con un vigilante de seguridad que llamó a Koldo" comenzaba contando. El resultado fue una paliza que "le dejó prácticamente muerto".

"Lo dejaron en la cuneta y el último golpe se lo dio Koldo, que sonó tan mal, que él mismo se asustó. Logró que la Justicia lo condenara a 2 años y 4 meses de prisión" decía. Condena que no llegó a cumplir porque el gobierno de Aznar lo indultó. Hasta el 2006 logra esquivar los problemas con la Justicia.

"Él era escolta de un dirigente de UPN, estando de servicio, no acompañando a la personalidad, entró en un supermercado y llevando el arma encima, robó. Eso provocó que una de las encargadas llamara a la Guardia Civil, se comprobó que era una escolta, durante un tiempo, gracias a la ayuda de su hermano, desapareció de Navarra y encontró un refugio en el País Vasco" contaba Olmo.

Como explicaba, "nadie se cree que un simple asesor convenciera para que todos adjudiquen contratos a la misma empresa. Es difícil saber dónde va a acabar, saldrán conversaciones muy comprometedoras que permitirán ampliar información" sentenciaba.