Julio César Herrero brinda un aplaudo a las 50 voces del Orfeón Donostiarra
El periodista se dirige a quienes se han quedado sin nada, pero que entregan al resto su arte, que para ellos es todo
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Ahora, tal vez haya un Dios arriba,
para mí, todo lo que he aprendido del amor
es cómo disparar a alguien
que ha desenfundado antes que tú.
Pero no es un lamento lo que oyes esta noche,
no es un peregrino que dice haber visto la luz.
No, es un frío y quebrado "aleluya".
Porque quizá no conozcan sus nombres, como la mayoría de contagiados y fallecidos.
Porque no son famosos, como la mayoría de contagiados y de fallecidos
Porque sin apenas medios han obrado este pequeño milagro, como la mayoría de médicos.
Porque representan a miles de músicos, cantantes, directores que se han quedado sin nada y que entregan al resto el arte, que para ellos es todo.
Porque estas 50 voces del Orfeón Donostiarra dan motivos para creer, cada una en sus casas y Leonard Cohen en la de todos. Y eso, se merece un aplauso.