Las palabras con las que una agente de la Ertzaintza evitó un suicidio en Barakaldo: "Ahí vimos un filón"

Nuria relata en COPE cómo fueron las dos horas en las que trató de ayudar a un joven de 27 años en un puente del municipio vizcaíno

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Las palabras con las que una agente de la Ertzaintza evitó un suicidio en Barakaldo: "Ahí vimos un filón"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Nuria es agente de Tráfico de la Ertzaintza, en Bilbao. El pasado domingo comenzó su turno, como cualquier otro, a las siete de la mañana. Al rato empezó a recibir muchas llamadas. Eran conductores que avisaban que había un hombre con intención de tirarse en el puente de Rontegui, en Barakaldo, tal y como contaba Ángel Expósito esta semana en La Linterna.

Unos minutos después de la llamada, Nuria apareció junto a sus compañeros. Allí estaba un chico argelino, de 27 años. Estaba junto a la valla del puente. Cuando Nuria se acercó, pasó al otro lado de la barandilla y le hizo una señal con la mano para que no se acercase más. Es un puente de 4 carriles y 40 metros de altura. “Un mal movimiento le podía hacer caer al vacío”, comentaba el comunicador de COPE. Nuria se detuvo y empezó a hablar con él a gritos.

“Hablar con él al principio es complicado porque no sabemos nada de su vida ni por qué ha llegado a ese punto. Nuestro objetivo es ganarnos poco a poco su confianza e intentar sacar temas de conversación que le evadan de los pensamientos que le han llevado a ese puente”, aseguraba la propia agente a Mediodía COPE en una entrevista recogida en La Linterna.

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Coche patrulla de la Ertzaintza

Las palabras de la agente que evitaron la tragedia

Nuria y sus compañeros, desde que llegaron, trataron de ganarse esa confianza. A pesar de no saber nada de él. Y, sobre todo, sin saber el motivo por el que estaba así. “La verdad que no conseguíamos saber el por qué, cada vez que intentábamos tocar el tema la tensión aumentaba, pero en algún momento nos dijo que todas las personas eran malas, ni una buena, y que ya no podía más”, aclara la ertzaintza.

Los agentes estuvieron unas horas. Intentaban hablar de diferentes temas, sobre la vida... Pero con cuidado de que no se pusiese a la defensiva: “Estuvimos unas dos horas largas hablando. Fuimos tocando diferentes temas para tratar de alcanzar una conexión, pero había momentos que dábamos pasos a atrás, una tensión constante. No eres consciente del tiempo que pasa, porque tu objetivo es que salgo de ese bucle y que pase al otro lado del puente con nosotros”.

Pero encontraron un punto de inflexión, un “filón”, como ella misma le llama: “Recordaba momentos de su país, de las vivencias que tuvo allí y ahí vimos un filón y estuvimos bastante tiempo hablando sobre y ellos y mostrando curiosidad”.

Dos días sin comer ni dormir: “Jugó a nuestro favor”

Esos recuerdos lo mantuvieron con la cabeza en otra cosa. Justo lo que intentaba Nuria con sus compañeros. Sin saber la razón por la que quería acabar con todo, le mostraron la luz y que siempre hay que mirar hacia delante por muy feas que se pongan las cosas: “Es duro claro, no sabemos realmente lo que le ha pasado, a veces es duro afrontar la vida, pero siempre se puede y siempre hay gente que te puede ayudar”, comenta Nuria.

Una conversación larga, muy cargada de tensión pero a la vez con temas cómunes, inocentes, nada incisivos, nada complicado para no alterar a una persona que llevaba sin dormir y sin comer 2 días: “También jugó a nuestro favor el cansancio, llevaba dos días en la calle sin comer ni dormir, y estaba agotado. Le dijimos que la conversación la podíamos tener al otro lado del punte, sentados”

El insistía en que no había gente buena, y ella en lo contrario. Y en ese tira y afloja, Nuria buscaba un resquicio de esperanza. “¿Que le dices a una persona decidida a acabar con su vida?”, se preguntaba Ángel Expósito en La Linterna. “Lo que tratamos de hacerle ver es que había gente que estábamos para ayudarle, escucharle, y para que expresase todo lo que llevaba dentro”, comenta Nuria en COPE.

“Al final le di un abrazo”

Por su parte, la directora de Mediodía COPE, Pilar García Muñiz, subrayaba las palabras de la agente: “Siempre hay gente dispuesta a ayudar y a escuchar. Incluso en los momentos más difíciles aparece la luz”. La historia terminó con final feliz. El joven pasó al otro lado de la valla, el más seguro. Esa charla, la que tuvieron durante más de dos horas en la barandilla del puente de Rontegui, acabó con un abrazo.

“Al final somos humanos y el contacto es necesario, un abrazo en esa situación, teniendo en cuenta que para llegar allí tienes que estar pasándolo fatal, pues te sale darle un abrazo”, aseguraba Nuria en COPE. Esta agente de Tráfico y sus compañeros habían impedido la tragedia. Hay muchas formas de salvar una vida y a veces solo es necesario escuchar. Ella no considera que haya hecho nada especial, solo cumplir con su trabajo.

“En la Ertzaintza como cualquier otro cuerpo al final el objetivo es ayudar a la gente. Orgullosa porque al final podía haber sido dos cosas, o una anécdota para recordar o uno de los peores días de mi trabajo”.

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