El motivo por el que realmente nos afecta el 'qué dirán': podría no estar solamente en la psicología
La neuropsicóloga, Aurora García Moreno, ha analizado en 'La Linterna' los factores por el que a algunas personas les afecta el qué dirán de ellos
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Es normal que una persona se preocupe por su imagen pública e incluso tenga miedo al qué dirán los demás, qué opinarán sobre lo que hace o lo que dice. El problema es cuando este miedo puede llegar a condicionar la vida de alguien, cuando se convierte en una fobia social. A Alejandra le ocurre desde que estaba en el colegio y comentaba en 'La Linterna' que "en clase prefería no intervenir a las preguntas que hacía el profesor, aunque supiera la respuesta, no era antisocial, pero en el recreo siempre estaba sola porque tenía muchas inseguridades y me daba miedo que se burlaran de mí, prefería evitar esos detalles".
Con los años ha conseguido controlar algunas situaciones, saber dónde va a estar cómoda y en qué momentos no acudir a una cita social si sabe que lo va a pasar mal, pero eso también le ha hecho perderse muchas cosas. "He llegado a perder algunos trabajos por no ir a una entrevista por miedo".
Nadie puede agradar a todo el mundo, eso es imposible, pero se vive con un desgaste físico y mental continuo. Es el resultado de una presión excesiva por tener que ser perfecto. "Me ha costado tener parejas, porque al final, para querer a alguien, tienes que quererte a ti misma, y a esa persona que le gusta todo de ti". ¿Por qué nos influye tanto el qué dirán los demás sobre nosotros?
El motivo por el que nos influye tanto el qué dirán
La neuropsicóloga, Aurora García Moreno, explicaba que "es porque necesitamos ser aceptados en nuestro entorno y al recibir las opiniones diferentes, nos sentimos amenazados, lo que va a afectar a la autoestima y seguridad personal". Entre los factores que influyen para que nos importe tanto lo que opinan los demás sobre nosotros, la psicóloga destacaba la genética. "El haber tenido familiares con ansiedad social; cierta vulnerabilidad a tener estrés; un apego poco seguro que va a provocar un miedo; mucho tiene que ver la educación que se ha tenido; también las figuras de referencia, padres muy críticos y sobre protectores y sobre todo la falta de habilidades sociales".
Estas personas son más sensibles a la opinión de los demás. Perciben amenazas en sitios donde realmente no las hay. Sienten una gran incomprensión, frustración e incluso pueden sentirse poco competentes y así se siente Mery. "Cuesta hacer entender que tienes tanto pánico a ser juzgado que te impide ir a una discoteca con amigos".
¿Cómo podemos saber si nos influye el qué dirán?
Para entender si me influye el qué dirán, Aurora señalaba que lo podremos saber, "cuando nuestras actitudes y conductas van dirigidas en función a las decisiones y criterios de los demás, si no tenemos en cuenta nuestra propia opinión, sobre todo cuando damos prioridad a la toma de decisiones de otros para ser aceptados. Y en muchos casos, para quedar bien, las personas cuidan mucho lo que dicen".
Otras de las cosas que más se ve afectada por ese miedo es la autoestima. "Estas personas están muy hipervigilantes, continuamente chequeando lo que puedan pensar los demás de uno mismo, de este modo se retroalimentan y reforzando esos miedos cada vez más, interpretando cualquier situación normal como amenaza, lo que va a provocar un cambio de conducta que genera una respuesta en los demás negativa, incluso de rechazo, porque están viendo una actitud extraña y pueden llegar a desconfiar".
No es fácil
Superar ese miedo no es una tarea sencilla, "tienen que identificar porque se actúa así, ser conscientes de sus limitaciones, pero también de sus fortalezas y habilidades, por ello hay que trabajar esa percepción de uno mismo y la valía personal". Además, añadía que hay que aceptar que "no todos piensan bien de nosotros, no podemos gustar a todos y que la opinión de los demás no condiciona nuestro bienestar. Hay que aceptar la crítica porque aumenta la confianza en uno mismo".