Raquel, madre de víctima de bullying: "Para el colegio es más fácil echar a mi hija que a 4 que le acosan"
La madre de la pequeña, que intentó quitarse la vida, relata en La Linterna el calvario que sufrió su hija en un programa especial sobre el acoso escolar
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En una semana en la que se han conocido tres casos de acoso escolar, en Tarragona, Burgos y Barcelona, el trágico desenlace de alguno de ellos ha hecho despertar las alarmas sobre las graves consecuencias del bullying en los colegios de nuestro país. Por eso, este martes en La Linterna el programa que dirige Ángel Expósito ha querido arrojar luz a este problema con un caso en concreto: el de Marta, una víctima de acoso. Y lo ha hecho a través de la voz de Raquel, su madre.
Marta iba en quinto de primaria cuando empezó a sufrir las burlas de sus compañeros. Era una niña muy sociable, le gustaba hacer amigos y hablaba con todo el mundo. Precisamente por eso, el colegio decidió ponerla en una clase con varios niños problemáticos para ver si Marta lograba llevarse bien con ellos e influirles positivamente. Pero la realidad fue muy distinta: los chavales empezaron a meterse con ella, la llamaban “pesada”, “cotorra” y la burla se extendió a tanta gente y era tan constante que se hizo insoportable.
Raquel: “Mi hija no podía más, quería morir”
Pero, ¿hasta qué punto llegó el acoso a tu hija? Lo cuenta la propia Raquel, madre de Marta, en La Linterna: “Hasta querer morir. No podía más, estaba anulada. Cuando se pierde la identidad pierdes las ganas de vivir. Cuando eres adolescente solo quieres que te quieran, que te admiren, ser aceptado en el grupo, es la época en la que estás construyendo el autoestima y la identidad y, si te anulan, no entiendes nada. Todo te lo invalidan: “eres pesada, eres cotorra”. Aunque tus padres te quieran mucho, da igual”, explica a Ángel Expósito.
Y es que esos intentos los llevó a cabo y tuvo varios ingresos en La Paz hasta que le ingresaron 11 días en salud mental del Hospital Gregorio Marañón. “Fueron días horrorosos porque sólo puedes hablar con ella una vez al día, que tu hija esté en una habitación, sin salir y sólo yendo a terapia, es muy duro”, relata angustiada la madre de la pequeña. “Fuimos a una psicóloga especial en traumas, porque no todos le pueden ayudar. Le medican y está yendo a las terapias MDR y le hacen ver que eso ya ha pasado, ahora hay que salir y recuperar el autoestima. Ya la ha recuperado pero ha tenido que ser porque la cambiamos de colegio, por el apoyo nuestro, porque nadie nos ha apoyado de la Comunidad de Madrid, es vergonzoso”.
Y es que Raquel reclama una ley específica contra el acoso escolar y denuncia la respuesta del colegio ante el bullying: “Inspección educativa confirma que “en colegio no había protocolo anti-bullying, y que ellos no tienen competencia ante la apertura de protocolo anti acoso, correspondiendo esas funciones a los centro educativos”. ¿Entonces que hacemos? Para el colegio es mucho más problema 4 niños conflictivos que una, entonces en mejor sacarla. Y no tienen problema porque a ellos nunca les van a decir nada”, concluye.
Además, manda un mensaje sobre cómo apoyar a las víctimas de acoso: “Hay que aprender a educar en valores y que aprendan a gestionar las emociones, que reconozcan que tienen tristeza y dolor en el pecho. Da igual que tengas 800 carreras si después no sabes tratar con tus compañeros. Empatía por Dios, empatía”.
Tres casos mediáticos de acoso
Hasta tres han sido los casos mediáticos que hemos conocido en los últimos días que nos ponen en alerta sobre la situación en España del acoso escolar. El primero es en Tarragona, el de Pol, un adolescente de 15 años salta desde el balcón de su casa en un cuarto piso. Afortunadamente sobrevive a una caída de 14 metros. El parte médico confirma la rotura de brazos, piernas y dos costilla.
En la última semana ya ha sido sometido a varias cirugías. Su pronóstico es estable. ¿Por qué saltó Pol desde el balcón? No aguantaba las burlas de sus compañeros de colegio. El chico tiene un grado de autismo, lo suficiente como para tener dificultades a la hora de relacionarse con los demás. Las burlas de los compañeros le llevaron a escribir una nota antes de lanzarse por el balcón.. En esa carta Pol se despedía diciendo que no quería vivir "en un mundo donde la mala gente es aplaudida y las personas sensibles, nobles y de buen corazón siempre tienen las de perder".
El segundo es en un instituto de Burgos a comienzos del mes de febrero. En uno de los descansos entre clase y clase dos alumnos se dirigen a los lavabos con otra niña. La llevan hasta allí mediante engaños. Una vez dentro comienzan a agredirla mientras graban todo lo que está ocurriendo. Le causan lesiones en la cara y en el pel. Después salen del aseo (dejando a la víctima dentro) y comienzan a difundir el vídeo de la paliza. El padre presenta una denuncia ante la Policía y comienzan a investigar. Los investigadores además acceden al vídeo y se procede a la detención de las dos menores por su participación en un delito contra la integridad moral. Una vez finalizados los trámites, hace unas horas, se las pone en libertad siguiendo las instrucciones de la Fiscalía de Menores.
El tercero fue en Sallent, provincia de Barcelona. Alana y Leila, gemelas de solo 12 años, recién llegadas al instituto desde Argentina. Sufrieron acoso desde el primer momento por su acento, los niños se metían con ellas a menudo y Alana solía enfrentarse a ellos. La propia niña empezó a decir hace unas semanas que se sentía niño, se cortó el pelo, confesó que quería llamarse Iván y el acoso fue a más.
Hace justo una semana, y después de escribir dos cartas, las gemelas se lanzaban desde la ventana de su casa. Un tercer piso. Alana lo hizo por el acoso inaguantable y Leila, su hermana, lo hizo por solidaridad con su gemela inseparable. Alana falleció en el acto y Leila continúa ingresada en el hospital.