Recibe las peores noticias del oftalmólogo y un videojuego al que jugaba de niño le da una idea: ahora tiene 100.000 seguidores en Instagram
Lo que empezó como una afición se convirtió en su tabla de salvación cuando la vida le puso a prueba como el mismo cuenta en 'La Linterna'

Un paciente en la prueba de un oftalmólogo
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A los once años, Marcelo Lusardi descubrió el skateboarding gracias a un videojuego de la PlayStation. Lo que empezó como una afición infantil al salir del colegio, con el tiempo se convirtió en su mayor pasión y, años después, en su tabla de salvación cuando la vida le puso a prueba.
Con solo 18 años, la vista de Marcelo comenzó a fallar sin explicación aparente. Primero, su ojo derecho dejó de responder; poco después, el problema se extendió al izquierdo. En apenas unos meses, la ceguera se había instalado en su vida. La causa: una neuropatía óptica de Leber, una enfermedad genética que afecta el nervio óptico. La oscuridad se convirtió en su nueva realidad.
El golpe fue brutal. Marcelo pasó por una etapa de depresión y aislamiento, sin saber cómo reconstruir su vida. Pero el destino le tenía preparada una segunda oportunidad, y paradójicamente, su salvación llegó a través del mismo deporte que tanto le había apasionado desde niño: el skate.
El skate, un nuevo horizonte
Superar la ceguera significó un proceso de adaptación que Marcelo asumió con valentía. Aprender a desplazarse con un bastón, reconocer los sonidos del entorno y desarrollar su orientación se convirtieron en habilidades esenciales. En ese proceso, tomó una decisión inesperada: volver a subirse a la tabla. “El skate me dio ganas de salir a la calle, de seguir adelante. Fue un motor para dejar atrás lo negativo y me empoderó mucho”, cuenta Marcelo.
Sin referencias visuales, tuvo que entrenar su oído para guiarse por los sonidos del entorno: el ruido de los coches, las voces de los niños en el parque o el sonido de las ruedas de otros skaters en el skatepark le sirven como puntos de orientación.
Incluso el bastón, que en un principio rechazó por considerarlo una limitación, terminó convirtiéndose en un aliado inesperado. Al apoyar el bastón en los bordillos, podía medir distancias y alturas, lo que le permitía calcular los saltos con más precisión.
UN REFENTE EN EL SKATE ADAPTADO
Lo que comenzó como un reto personal se convirtió en un fenómeno en redes sociales. Hoy, Marcelo Lusardi, conocido como @the_blind_rider, tiene más de 125.000 seguidores en Instagram, donde comparte sus trucos, caídas y avances en el skate adaptado. Su historia ha inspirado a miles de personas con y sin discapacidad s desafiar sus propios límites.
Su gran sueño es que el skate adaptado sea reconocido internacionalmente y pueda formar parte de los Juegos Paralímpicos. Su meta: representar a España en los Juegos de Los Ángeles 2028. “Me gusta poder ser ese referente que yo no tuve. Quiero enseñarle a la gente que sí se puede patinar sin ver, que es posible y que puedes hacer muchas más cosas de las que pensamos”, dice Marcelo con convicción.
Marcelo Lusardi perdió la vista, pero encontró un camino. Y sobre su tabla, sigue deslizándose hacia un futuro sin límites.