La red de sicarios que lideraba el niño de 14 años: "entre 20.000 y 50.000 euros por trabajo"

Ha sido una de las noticias de la semana: la detención de un menor de 14 años, sueco de origen magrebí, por, supuestamente, dirigir una red de sicarios. La operación se llevó a cabo en Málaga, llevada a cabo por el Grupo de Respuesta contra el Crimen Organizado (Greco) de la Costa del Sol, el Greco de Levante y la Udyco de Málaga, en colaboración también con las policías sueca y danesa. Muñoz ha asegurado que este niño "reclutaba a menores a través de un canal de Telegram para cometer asesinatos y atentados con explosivos". Y no solo eso, sino que también les daba los medios: "les enviaba las armas necesarias para perpetrar los ataques cobraban entre 20.000 y 50.000 euros por trabajo"

¿POR QUÉ SICARIOS MENORES DE EDAD?

La red contemplaba trabajar con chicos menores de edad. El experto Pablo Muñoz ha afirmado que "responde a una lógica criminal: cobran menos por su trabajo, levantan menos sospechas, tienen mucha menos percepción del riesgo y además, en caso de ser detenidos, las penas a las que se enfrentan son más bajas". Y un dato muy estremecedor: Muñoz asegura que fuentes policiales le han afirmado que en Suecia "es hasta cierto punto común" y que "los agentes españoles han visto vídeos en los que chicos de 13 años matan a tiros a un adulto con una sangre fría mucho mayor que la de los profesionales con experiencia". El menor de 14 años estaba respaldado por sus padres, que se había instalado hace cerca de un año en España.

ASÍ FUERON LAS DETENCIONES

"La investigación arranca después de que la Policía sueca informase a la española de la presencia de esta organización criminal", ha asegurado Muñoz. La primera evidencia fue la detención en Benalmádena de un menor de 17 años y nacionalidad sueca que había sido reclutado por la organización y que había viajado a España con la intención de asesinar a un miembro de un grupo motero rival. Estuvieron siguiendo sus pasos y La Policía actuó, porque no podía correrse el riesgo de que el menor perpetrara el crimen. En paralelo hubo otra operación en Dinamarca, donde se detuvo a otros dos sicarios de la red cuando iban a perpetrar otro asesinato. 

Las detenciones a partir de ahí no fueron tarea fácil. "Nunca salía de casa, no se movía, era como un fantasma", ha asegurado Muñoz. En la vivienda de Torrevieja era donde se centralizaba toda la actividad de la organización. Era, literalmente un centro de operaciones. "Desde allí manejaban las cuentas de redes sociales utilizadas para reclutar a los jóvenes y dar las posteriores órdenes para la ejecución de los asesinatos". Finalmente la Policía procedió a las detenciones pertinentes, y los padres están en prisión, y el menor ha ingresado en un centro de menores