El reflejo de la transformación social en España a finales del siglo XIX a través del arte: "Ambos lados"

El Prado es la casa de muchas obras que pasaron a la posteridad, pero también refleja muchísimas realidades de tantas épocas de España, unas mejores y otras peores. Sin embargo, una época a veces olvidada, pero que merece la pena recordar es la de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, en la que el país vivió una etapa de estabilidad y de transformación social muy positiva, gracias, por ejemplo, a las industrialización.

Una etapa en la historia de nuestro país que se puede observar, con todo lujo de detalles y a través de, cómo no, el arte, en el Museo Nacional del Prado de Madrid durante estos días, a través de la exposición 'Arte y transformaciones sociales en España (1885-1910)', la cual está disponible hasta el 22 de septiembre.

En La Linterna, Ángel Expósito hizo un recorrido por cada una de estas obras, y reflexionó sobre su contenido junto a Javier Barón, jefe de conservación del Área de Pintura del siglo XIX y comisario de la exposición. Sobre todo, recapitularon en cómo estos cambios tan importantes de España se reflejaron entre unos artistas que se dividían entre los naturalistas y los que luchaban contra ese naturalismo.

"España cambió mucho porque es un periodo positivo dado que en el inicio del periodo es el pacto entre liberales y conservadores, lo que permite una estabilidad que permite avanzar a España, además del sostenimiento de la industralización, lo que conlleva varias transformaciones sociales", señaló Barón en La Linterna.

Uno de los grandes enemigos del naturalismo fue el cine. "El auge creciente de algunas técnicas, la invención del cine y su difusión a partir de 1896 transforma la manera de percibir la realidad. Hemos abordado todo esto porque todo tiene que ver. La crisis del naturalismo se produce por la irrupción del cine y la pujanza de la fotografía", explicó el comisario.

Varios de estos autores tan importantes son Darío de Regoyos, Pablo Gargallo, Ricardo Baroja, Luis Jiménez Aranda o Pablo Picasso. "Estos artistas hay que ponerlos en valor, hay que tratar de conocerlos lo máximo posible. Artistas del lado naturalista y otros que luchan contra ese naturalismo, Picasso y Sorolla. Picasso parte del naturalismo y se pasa al otro lado. Darío de Regoyos se pasa al otro lado desde el inicio", remarcó Barón.

No solo de pintura vive una exposición, sino también de fotografías. "La fotografía es el arte que mejor ayuda a difundir la imagen de la sociedad del momento. La foto de Mariano Moreno García, representar en estas clases una de las instituciones pedagógicas que son claramente renovadoras. Estos ejemplos son la iniciativa de unos visionarios que se dieron cuenta de lo importante que era la educación al aire libre", explicó Javier Barón.

Ángel Expósito terminó este recorrido remarcando lo orgulloso que se sentía por esa exposición, y de cómo refleja la calidad de un museo como el Museo Nacional de El Prado.