¿Sabes detectar si lo que sientes es miedo o fobia?: Las dos características que te ayudarán a identificarlo

La neuropsicóloga Aurora García Moreno explica en La Linterna por qué sentimos miedo, qué partes del cerebro se activan y cuáles son las consecuencias de no saber controlarlo

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El miedo es una reacción angustiosa que sentimos por un riesgo que pude ser real o imaginario. A todos nos angustia pensar que algo puede ir mal y en algunos casos esos pensamientos pueden provocar ansiedad o depresión. Bruno lleva años luchando para que esta sensación no domine su vida: “Los sentimientos no los controlamos. Intentar controlarlo es lo que hace que entres en fase de bloqueo. Cuando eres consciente del miedo es cuando lo puedes llegar a superar”.

Bruno ha tenido que hacer mucha terapia. No quería que el miedo le paralizara porque, como explica el doctor Juan Castilla, puede llegar a una situación límite: “Una situación que trastoca tu vida. Condiciona tanto que te hace perder contactos personales, relaciones sociales e, incluso, perder trabajos”.

Después están los miedos irracionales, que a veces aparecen sin avisar. Susana lleva 7 años sin coger un avión. Hasta ahora no tenía ningún problema, pero de repente se tuvo que enfrentar a su miedo a volar: “El último vuelo que cogí fue hace siete años y tuve que salir cogida de los brazos de mis dos jefes porque no me respondían las piernas”.

Por qué sentimos miedo y cómo se manifiesta

Son pensamientos automáticos que son irracionales, que pueden incluso desencadenar en un trastorno y por eso, es necesario acudir a consulta para aprender a vivir sin ellos. La neuropsicóloga Aurora García Moreno explica en La Linterna por qué sentimos miedo: “Por ese sentido de la supervivencia ante situaciones que son amenazantes, porque estamos programados para sentir miedo ante determinados estímulos y también influye la falta de seguridad”.

¿Sabes detectar si lo que sientes es miedo o fobia?: Las dos características para identificarlo

La mayor parte de los miedos son aprendidos por vivencias traumáticas, pero también por otra serie de factores que influyen: “Ser rechazado ante lo desconocido, por muerte, por padecer una enfermedad...”. También existen miedos por aprendizaje vicario, es decir, cuando observamos conductas de este tipo en alguien muy significativo para nosotros como nuestros padres y luego se repiten los patrones: “Aprendemos a tener miedos y, además, esta información se almacena en el cerebro”.

La neuropsicóloga describe cómo se manifiestan los miedos, destacando que nuestro cerebro reacciona, en estos casos, de una manera muy rápida e involuntaria: “La ínsula activa unas respuestas fisiológicas que prepara al cuerpo para huir mediante la sudoración o la aceleración del latido del corazón”. Otras partes del cerebro que intervienen son “la corteza cingulada anterior que centra la atención en la huida o la corteza prefrontal que permite pedir ayuda”.

Con solo 12 años, Didac sufrió una leucemia y siendo tan pequeño, así contaba en Fin de Semana el miedo que había aparecido tras conocer la enfermedad: “A veces he sentido un poco de miedo por si pasaba algo malo como que me muriese. Me ha ayudado mi familia, que me ha enseñado a afrontar las cosas”.

Las consecuencias de no saber controlar los miedos

Aurora García Moreno advierte que el miedo, algo que es útil para escapar de peligros, puede convertirse en una barrera porque limita el día a día: “Aumenta la inseguridad, afecta la autoestima, pueden aparecer fobias e, incluso, llegando a sufrir depresión. La persona entra en bucle y quiere tenerlo todo controlado, lo que le hace tener miedo a cosas que no son reales”.

¿Sabes detectar si lo que sientes es miedo o fobia?: Las dos características para identificarlo

Es muy común, por ejemplo, el miedo a las vacunas o la fobia a los pinchazos. Lo explica la doctora Nuria García, miembro comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría: “Siempre hay personas que, ante cualquier procedimiento que suponga una punción, experimentan terror. Estamos hablando de un 20% de la población o más”.

¿Cuál es la diferencia entre el miedo y la fobia?

Aunque son conceptos muy diferentes, guardan cierta relación. La principal diferencia es la intensidad y la persistencia. “El miedo es una emoción adaptativa, una respuesta ante una situación que puede ser peligrosa, desencadenada por situaciones reales o imaginarias, pero que desaparece cuando ese peligro desaparece”. Sin embargo, la fobia “es un miedo intenso, que es muy racional, es un tipo de trastorno de ansiedad y persiste en el tiempo interfiriendo en el día a día”, explica Aurora García Moreno.

La neuropsicóloga explica que para conseguir acabar con los miedos, primero hay que detectar si se trata de uno racional o irracional. Una vez esto se haga, se trabaja sobre ellos con técnicas de relajación y reestructuración cognitiva, “con tiempo y paciencia”.

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