Lugares con historia: Comillas, de puerto ballenero a cuna del modernismo
Te descubrimos todo lo que no conocía de la Villa de los Arzobispos, una ciudad aristocrática, modernista y señorial
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En el viaje que hacemos cada semana por distintos Lugares con Historia de España, nos vamos a detener en la noble y muy ilustre Comillas, en Cantabria. Modernista y señorial, es conocida, también, como la Villa de los Arzobispos. Estamos ante una ciudad aristocrática asentada sobre suaves colinas que prestan abrigo a su hermosa playa y a su recogido puerto.
Ese apelativo de Villa de los Arzobispos viene porque en Comillas nacieron varios prelados que ocuparon importantes diócesis. Desde el año 1985 está declarada Conjunto Histórico-Artístico. Es especialmente conocida por sus excelentes muestras de arquitectura modernista del siglo XIX, especialmente de la escuela catalana. Pero, además, no nos podemos olvidar de sus Palacios, casas solariegas, calles empedradas y plazuelas.
Los mayores años de esplendor de Comillas llegaron a finales del siglo XIX, cuando el rey Alfonso XII, y con él toda su corte, la eligieron como lugar de veraneo. Y todo eso coincidió con un periodo de auge artístico que culminó en las primeras manifestaciones del modernismo catalán. Esas visitas regias fueron como un imán para los burgueses enriquecidos y aristócratas en su afán de estar próximos a la Corte. Serán, además, uno de los puntos desencadenantes de la gran transformación que sufrió Comillas, que hasta entonces era desconocida para la mayor parte de España, y que pasó a convertirse en el lugar de ensayo del Modernismo.
Comillas tiene un patrimonio artístico y arquitectónico extraordinario, sobre todo debido a un gran mecenas que fue Antonio López y López, el marqués de Comillas, que hizo fortuna en Cuba. Hizo una gran amistad con Alfonso XII. Prueba de esa amistad es el Consejo de Ministros que se celebró en Comillas en 1881. De todo ello nos ha hablado Pedro Velarde, concejal de cultura de Comillas.
Y también gracias a esa relación tan estrecha entre Antonio López y López y el rey Alfonso XII, Comillas se convirtió en el primer pueblo de España con luz eléctrica en sus calles.
Por orden del Marqués de Comillas se levantó, por ejemplo, el magnífico Palacio de Sobrellano. Además, hablar de Comillas es, sin duda, hablar de su cementerio gótico. No es un camposanto cualquiera. Tiene una original fachada modernista y, desde luego, lo que más impresiona es el llamado “Ángel Exterminador”: una enorme escultura obra de Josep Llimona que se sitúa en lo alto de uno de los muros en ruinas de la Iglesia del Camposanto.
Y otra visita obligada en Comillas es “El Capricho de Gaudí”, preludio del Modernismo. Fue construido entre 1883 y 1885. Llama la atención la fachada de ladrillo con tiras de cerámica decorada que reproducen la flor del girasol y la torre cilíndrica, sobre cuatro columnas también decoradas con girasoles. Declarado Monumento Histórico-Artístico, llegó a reconvertirse en restaurante. Ahora es un espacio cultural.