Correas: "Hablar de confinamiento en casa es impopular, pero esto no va de ser simpáticos sino eficaces"
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La cogobernanza es ese sistema por el que el Gobierno expone los datos de al pandemía, los interpreta y las comunidades asume la toma de decisiones. El ministro predica y las regiones dan el trigo, y no es lo mismo una cosa que la otra.
Estamos en un punto en el que el avance del virus ha desbordado los límites de control que establecía el decreto de estado de alarma del 25 de octubre. Al menos eso alegan las regiones que exigen ampliar el margen del toque de queda y la plantean la posibilidad de confinar municipios. Y no decimos aislar municipios, que es lo que se hace ahora. Estamos hablando de confinar a la gente en sus casas como ocurrió en el mes de marzo y abril, pero a nivel local. Confinamientos domiciliarios. Esta posibilidad la han planteado ya varias comunidades autónomas pero permitir estos confinamientos es judicialmente muy delicado por cuanto afecta a derechos fundamentales básicos de los ciudadanos. Tendría que pasar si o si por una nuevo decreto del Gobierno que lo contemple específicamente.
EL GOBIERNO SE RESISTE A UN CONFINAMIENTO TOTAL
El ministro de Sanidad se resiste alegando que con las herramientas actuales se consiguió contener al segunda ola pero parece evidente que la situación es, ahora mismo, bastante más complicada con una intensidad de propagación del virus mucho más elevada que en el mes de noviembre. Las cifras actuales están marcando récord de contagios que no se alcanzaron antes y la presión hospitalaria es también más alta.
La oposición ve en la negativa del Gobierno una maniobra más para no erosionar la imagen de Salvador Illa como candidato a la Generalitat. Lo cierto es que, en una población ya cansada de la pandemia, hablar de cualquier tipo de confinamiento resulta muy impopular. Pero esto no va de ser simpáticos sino de ser efectivos.
Al final, los confinamientos de municipios sería una herramienta más para las comunidades. Pero no es la única.
La otra exigencia de una buena parte de los gobiernos autonómicos es la de adelantar el toque de queda antes de las 10 de la noche.
Aquí sí que el ministro Illa se ha mostrado dispuesto a abrir la mano, quizás porque ya hay una región que ha decidido actuar por la vía de los hechos.
EL ÓRDAGO DE CASTILLA Y LEÓN
A las 20.00 horas de ayer sábado entró en vigor el toque de queda en Castilla y León en contra del criterio del Gobierno que lo ve ilegal al exceder los límites del actual estado de alarma.
Entre dos aguas, y entre dos horarios, los ciudadanos al final no saben muy bien a qué atenerse, a qué hora tienen que estar en casa, si a las 20.00 como dice la Junta o a las 22.00 como les dice el Gobierno. Ante la duda, parece que la gente ha decidido por no arriesgar y se han quedado en casa. Quizás por aburrimiento.