Antonio Herráiz: “Una minoría de taxistas ha manchado la imagen de todo el gremio"
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Los taxistas de Madrid votan hoy para aclarar su futuro inmediato. La decisión es muy simple: si la mayoría está dispuesta a seguir o no con la huelga cuando estamos en la tercera semana de paros. Hasta ahora una minoría ha condicionado al resto, un puñado de taxistas ha dirigido los designios de todo el colectivo abocándoles a un callejón sin salida.
Es evidente que en esta huelga han perdido todos los actores implicados. Los usuarios -que se han visto privados de un servicio público-, la administración regional -por el desgaste político que implica siempre una huelga- y, los más perjudicados, cómo no, los taxistas. Después de 16 días sin ingresar ni un euro, 16 días en los que ellos han tenido que seguir pagando sus impuestos, muchos taxistas están completamente asfixiados. No pueden seguir ni un minuto más con el taxímetro parado, y esta noche comprobaremos sin son mayoría o no.
En esta huelga los taxistas se han dejado demasiados pelos en la gatera. Su voz se ha escuchado, sí, pero queda la violencia y las formas poco oportunas de una minoría. El Gobierno de la Comunidad de Madrid se ha mostrado firme y no ha cedido al chantaje. Mejorar las condiciones de los taxis, sí, pero sin echar a las VTC. Una vez pongan fin a la huelga, el día después seguirá siendo complicado. Puede que mucho más. Porque a partir de ahora se tendrán que ganar la confianza de sus clientes, una confianza que unos pocos taxistas han pisoteado manchando la imagen de todo el gremio.