Antonio Herráiz: "El magistrado tiene que estar firme aunque este juicio tenga demasiados elementos excepción"
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Antes de entrar con la polémica del libro de Pedro Sánchez y con la última hora del juicio contra la cúpula separatista, te vamos a hablar de Ana González. En 2013 su marido tenía 37 años y el 21 de octubre el joven acudía a trabajar en su bicicleta. En la autovía de Toledo, fue arrollado por un camión cuyo conductor se dio a la fuga. El accidente mortal fue considerado simplemente como una falta y no se celebró ningún juicio. Desde entonces, Ana emprendió una batalla judicial y ciudadana para que situaciones así no quedaran impunes. En el congreso, su iniciativa concitó un apoyo casi unánime. Sólo se opusieron los diputados de Podemos. Y esta tarde, el Senado aprobará la ley que castiga con hasta 4 años de cárcel abandonar el lugar del accidente tras haberlo causado. La proposición también establece que la muerte de varios ciclistas o peatones pase a estar penada con hasta nueve años de cárcel en lugar de cuatro.
En el juicio contra la cúpula separatista catalana, hoy ha sido el turno del ex consejero del Territorio. Josep Rull se ha sumado a la teoría de su compañero de batallas, Jordi Turull. Y para sortear la acusación de malversación de fondos públicos, Rull también ha dicho que no sabía dónde se imprimieron las papeletas del referendum ilegal del 1 de octubre ni tampoco de dónde salieron las urnas. Alguien las tuvo que pagar, pero en el Gobierno de la Generalitat nadie sabe nada de nada. Rull dice que no hubo gasto público. Turull se enfrenta a penas de 16 años de cárcel.
Por cierto. Después de la manga ancha que permitió a Junqueras durante el primer día de juicio, el presidente del tribunal Manuel Marchena pone freno a las declaraciones de los procesados para que no conviertan el juicio en un akelarre separatista. Juegan con eso. Y el magistrado ha de estar firme. Como si de cualquier otro proceso se tratara, aunque este juicio tenga demasiados elementos excepcionales.