Antonio Herraiz: "Al margen del resultado; la gran victoria de Puigdemont es que seguirá mandando"

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Muy buenos días. Desde las seis te venimos acompañando en 'La Mañana Fin de Semana' de COPE que es sábado de reflexión en Cataluña y que es sábado de Eurovisión, ese festival musical con tantos seguidores como detractores, con eurofans militantes y con los que hace tiempo que perdieron el interés, si es que algún día lo tuvieron.

A parte de los artistas, de sus canciones, de las rivalidades, del sistema de votación, no es raro que se incorpore el componente político. Y los hay que este año quieren que se juzgue a la cantante israelí, no por su actuación hoy en la ciudad sueca de Malmo. Antes de que haya abierto la boca ya está siendo juzgada por lo que está haciendo el Gobierno de su país, por lo que está haciendo el Gobierno de Netanyahu en Gaza. Lo cual no deja de esconder un antisionismo hostil, que no es nuevo, y que sigue expandiendo la izquierda bajo el argumento de un pacifismo tan genérico como abastracto.

Y la presión que está recibiendo esta cantante es brutal. Se llama Eden Golan, tiene 20 años, y está sufriendo el acoso directo de los que se han subido a esa corriente que aparentemente va contra el estado de Israel, pero en la que etrás está el odio y occidente y todo lo que representa.

Protestas de este viernes y que se han venido repitiendo durante toda esta semana en la ciudad de Malmo, que es donde se celebra el festival. Además, han ido subiendo de tono a medida que se acerca la cita de esta noche y también de forma casi proporcional a las opciones de ganar la canción de la joven Eden Golan.

Y este tema de Eden Golan ha irrumpido en el top five de las casas de apuestas oficiales. Ocupa el segundo lugar y, según los que saben de esto de Eurovisión -que no me encuentro entre ellos- dicen que tiene serias opciones de ganar.

Al margen de lo musical -a donde ahora volvemos con esa 'Zorra' que tanto le gusta a Pedro Sánchez- se ha colado lo político. Los enemigos de Israel, que son legión, han visto el altavoz ideal para cargar contra este país y no sólo contra lo que está haciendo su Gobierno, en una clara apuesta antisionista.

La letra de la canción no infringe las normas. Y la representante de Israel ha llegado donde ha llegado gracias a las votaciones del público, en igualdad de condiciones que el resto. Se habla mucho de Rusia y de su exclusión del festival hace dos años, y lo hacen ocultando que los rusos incumplieron las reglas del certamen.

Además de estar ante dos conflictos muy diferentes. Rusia invadió el país vecino sin ataque previo. Sin provocación de por medio. En cambio, Israel fue atacado por los terroristas de Hamás, que dejaron 1.200 muertos y más de un centenar de rehenes que siguen en paradero desconocido.

Señalar esto no es incompatible con exigir que pare ya la respuesta en Gaza, que Netanyahu está llevando hasta el extremo para tapar todos los errores que ha venido

cometiendo a lo largo de todo este tiempo. El primero no ver venir el ataque de Hamás.

Sobre el asunto palestino hay novedades. Y llegan desde la Asamblea General de Naciones Unidas. En la reunión celebrada en Nueva York, una amplía mayoría ha pedido la integración plena de Palestina en la ONU. Lo ha hecho con el apoyo de 143 votos a favor, entre los que está el de España, 25 abstenciones, entre los que están las abstenciones de Italia y Reino Unido, y nueve votos en contra, entre los que se encuentran, como te puedes imaginar, tanto EEUU e Israel en una alianza que no tiene grietas, pero sí matices. A efectos prácticos, la resolución no tiene un especial valor, es una cuestión más simbólica que otra cosa.

¿Por qué? Ni va a tener derecho a voto, ni va a ser elegido miembro de seguridad de la ONU, porque lo volverá a vetar EEUU. Es simbólico, ya digo, y se limita a refar los derechos de Palestina como estado observador en el seno de la ONU. Tendrá voz, pero no voto.

Antes de la aprobación, de la votación en la Asamblea general de la ONU, que ya te he contado el resultado, El embajador de Israel ante las Naciones Unidas trituró literalmente la carta de la ONU desde el estrado de la Asamblea General de Naciones Unidas. Y este era el momento.

Y luego tenemos la visita de nuestro ministro Albares a Washington. El titular de exteriores se ha visto con su homólogo estadounidense. ¿Para qué? Para constatar lo que ya sabíamos. Que el Gobierno de Sánchez va por libre en lo de reconocer a el estado palestino.

Como tienen líos con sus socios de Sumar, y como el ministro de exteriores de la Unión, que es español, que es socialista, que es Josep Borrell aseguró el jueves que España declarará el estado palestino el 21 de mayo, el ministro Albares tuvo que justificarse desde Washington. Incluso señalar que no había ido a EEUU a pedir permiso nadie, como habían sugerido sus socios de Sumar.

EEUU lo que dice a España es que no se precipite. EEUU defiende que el reconocimiento debe producirse “al final de proceso”, como resultado de un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos.

Pero Pedro Sánchez tiene prisa por una cuestión evidente. Ha abanderado la bandera pro palestina y no la va a soltar, al menos, hasta después de las elecciones europeas del 9 de junio.

Volviendo a Eurovisión. Con el tema de Israel y la guerra en Gaza como presión esta noche. Una vez que han permitido su participación, ahora que la dejen cantar. Punto. No va a ser ningún blanqueamiento porque la letra de la canción no va de nada de eso.

Y luego tenemos a nuestra 'Zorra', que es la letra de la canción que va a representar a España, que, también según los que saben de esto, va a quedar en los últimos puestos de la clasificación.

A esto lo llaman himno feminista sus defensores. Una provocación antigua que cae en un tópico ya superado, según sus detractores. Y luego está el presidente del Gobierno, que al menos cuando resultó elegida, estaba

encantado de la canción de Nebulossa, el dúo que representa hoy a España en Eurovisión.

De él no tenemos duda. Es más de la in, el himno comunista por excelencia. Que por cierto, hace justo quince días, lo cantaron los que se concentraron en Ferraz para pedirle que no dimitiera, mientras él seguía con su guion perfectamente diseñado.

Y, sí, hoy jornada de reflexión en Cataluña tras una campaña que ha ido variando pero que nos deja clara una conclusión. De todo lo que nos han dicho, posibles pactos incluidos, hay que creerse la mitad de la mitad.

Lo que han dejado claras las encuestas es que va a ganar el PSC de Salvador Illa pero lejos de los 68 escaños que fija la mayoría absoluta. Necesitará de pactos y ahí empezará el mercado persa desde Madrid, con los separatistas apretando hasta casi la asfixia natural al PSOE de Sánchez. ¿Más aún? Más aun.

Y la prueba está en que España sigue sin presupuestos porque Sánchez, con las elecciones catalanas a la vista, condicionado por el adelanto de Esquerra, renunció a las cuentas. Este es uno más de todos los condicionantes, cesiones y larguísima lista de deberes impuesta por los separatistas.

Mañana Cataluña vota y lo hará con uno de los candidatos fugado, como un forajido cualquiera, para evitar la acción de la Justicia y a la espera de ser amnistiado por obra y gracia de Sánchez. Al margen del resultado, esa es la gran victoria de Puigdemont, que seguirá mandando.

El resto pues ya se lo hemos venido contado. Las encuestas apuntan a que Esquerra perderá la pugna con Junts de Puigdemont, y que en el centro derecha, PP y Vox siguen también con su particular pelea por ocupar el mismo espacio. Los populares van a subir, esto es evidente porque ahora tienen sólo tres diputados en el Parlament, y Vox que tiene 9 también cuenta con opciones de conseguir alguno más. Veremos quién gana en esa pugna y si alguno de los dos es decisivo, aunque Illa y el PSC apuesten por el tripartito con Esquerra y los Comunes, si las cuentas se lo permiten, como apoyos externos.

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