Antonio Herráiz: "Espinar es la última pieza que se cobra el cisma abierto en Podemos"
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En un claro intento de blanquear su pasado, los hay muy interesados en presentar a los líderes de PODEMOS que han dejado plantado a Pablo Iglesias como auténticos estadistas. Y ahí aparece Íñigo Errejón, el de las tres comidas en Venezuela. Errejón anda estos días borrando como loco sus tuits de loas y alabanzas a la dictadura de Maduro. Está tan ocupado que por eso guarda un silencio absoluto sobre lo que está ocurriendo en las últimas horas en Venezuela.
A otro que no van a tardar en situar a la altura de Churchill es a Ramón Espinar. Es la última pieza que se cobra el cisma abierto en Podemos. Espinar dimite como secretario general del partido de Pablo Iglesias en la comunidad. También abandona su escaño en la Asamblea Regional y se aparta de la portavocía en el Senado. Dice, Ramón Espinar, que no se dan las condiciones para llevar el proyecto de Podemos en Madrid. Antes de que comiencen a encumbrar al dimitido conviene recordar que, como Errejón o Echenique, tampoco está para dar muchas lecciones. Su padre es uno de los condenados por el caso de las tarjetas Black de Caja Madrid. Y este Espinar es el que especuló con una vivienda protegida que no llegó a ocupar. La compró sin sorteo público por 146.000 y la vendió antes de un año por 176.000. Ganó 30.000 euros. Por cierto, el dirigente de Podemos nunca ha sido capaz de explicar cómo pagó los 52.000 euros en concepto de entrada y de IVA. En el momento de la compra era estudiante y no declaraba ingresos. Ahora dice que dimite de sus cargos pero no aclara donde va. Siempre le quedará el sector inmobiliario, del que es un auténtico experto.