Herraiz: "Sánchez lo tiene listo para que, cuando Feijóo no salga, tener la maquinaria preparada"

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Buenos días. Sigues en La Mañana del fin de semana de COPE y en 50 minutos entra oficialmente el OTOÑO. Su habitual inestabilidad, nos va a dar una pequeña tregua. Al menos hasta el martes, vamos a seguir con tiempo estable, sol, ausencia de lluvias y máximas que en Córdoba serán de 31 grados, o de 26 en Valencia. Quedan todavía seis días para la festividad de San Miguel, pero el refranero ya nos lleva a lo del veranillo de San Miguel.

Lo inmediato es el debate de investidura de Feijóo el martes y el miércoles y lo inmediato es el acto del PP de mañana domingo en contra de la AMNISTÍA. Eso está escrito, incluso, prácticamente, con el guion cerrado, salvo sorpresa mayúscula. En la primera votación, el candidato propuesto por el rey, el ganador de las elecciones, necesita los 176 votos de la mayoría absoluta. Y después de mucho rascar ahora mismo solo tiene 172. Le siguen faltando 4.

Y en la segunda votación, le bastaría con mayoría simple. Es decir, más votos a favor que en contra, pero aquí, a Feijóo tampoco le salen los números, si todos los diputados de los grupos en contra del PP se ciñen a la disciplina impuesta por su partido. Punto. No hay otras cuentas.

¿Cuál es el deseo de los dirigentes del PP y de sus militantes y votantes? Que alguno de los diputados del PSOE fuera coherente con lo que su propio partido ha venido defendiendo hasta casi antes de ayer. Y eso es mucho desear.

En el momento de la elaboración de las listas, Sánchez ya se encargó de supervisar y, en muchos casos, de imponer a todos y cada uno de los candidatos. Desde las circunscripciones más grandes hasta las más pequeñas. Se adelantó a lo que podía pasar y ha pasado.

Ahora, entre que la práctica totalidad son afines al secretario general, y, los que no lo son, quieren seguir con puesto y sueldo, que nadie espere que vayan a salir díscolos de debajo de las piedras; que nadie espere a socialistas rebeldes en tropel, desmarcándose de los pactos con Bildu y Junts o de la AMNISTÍA. Alguno tendrá dudas, pero entre seguir cobrando, entre seguir teniendo contento al líder o ser coherente, pues se quedan con lo primero.

Y esto en el PP lo saben. Otra cuestión distinta es que lo vayan a intentar hasta el final. Movilizando a los suyos e intentando abrir una supuesta grieta que no se va a producir en el PSOE. Asegura el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, que hay dirigentes socialistas, no de la vieja guardia, no, de los actuales, que, en privado, son críticos con los pactos y cesiones que está planteando Sánchez.

Pero una cosa es el privado, las conversaciones privadas, y otra cosa lo que vayan a hacer en público. Juan Manuel Moreno, el presidente andaluz sabe que ni va a haber una deserción en masa, ni siquiera el apoyo mínimo de 4 diputados para que Feijóo sea presidente. Por muy cerca que esté. No va a ocurrir.

Esa es una de las vías en la que ha insistido en las últimas horas el PP. La otra es llamar a la movilización de cara a el acto de partido que han convocado mañana domingo en contra de la amnistía.

Va a ser en la plaza de Felipe II, un recinto acotado en el que quieren dar sensación de fuerza y en el que van a contar con las intervenciones de los expresidentes Aznar y Rajoy.

Esto en el PP. En el PSOE Sánchez prepara su discurso de respuesta a Feijóo de la próxima semana. Pero esto no es lo más trascendente. Lo prioritario para el presidente en funciones es tenerlo todo listo para que, cuando el líder del PP no saque adelante la investidura, tener toda la maquinaria preparada.

Por eso Junqueras ya ha dicho que lo de la amnistía está hecho. Lo de la amnistía y la larga lista de la compra que supondrá la claudicación de Sánchez. Les da igual que se llenen de contradicciones. Les da igual que queden en evidencia. Que sus cambios de opinión les dejen en mal lugar. El último en ponerse frente al espejo de la fonoteca ha sido el ministro del Interior. Este es Fernando Grande Marlaska antes del 23 J.

Y este es el ministro Grande Marlaska hace apenas unas horas.

No hay que olvidar que Marlaka es juez. Y fue un juez respetado y respetable. Cuando estuvo en la Audiencia de Vizcaya o cuando después estuvo como instructor en la Audiencia Nacional. De aquello no ha pasado tanto pero la degradación de su prestigio ha ido en aumento hasta perderlo por completo. Y después de asegurar la AMINISTÍA no estaba reconocida en nuestro ordenamiento jurídico, ahora habla de diálogo y no sé cuántos rodeos más para asumir lo inasumible hace no tanto.

Pues aquí está el meollo de lo que se está cocinando. Nos podemos despistar en lo que queramos. Pero lo relevante empieza una vez que Feijóo no saque adelante su investidura. Ahí es cuando todos empezarán a levantar sus cartas, que están marcando a lo largo de estas semanas de zozobra.

Mientras tanto, la vida sigue con una realidad muy alejada de lo que está priorizando Sánchez en sus pactos. Una es los precios de los carburantes. Siguen al alza y desde julio ha crecido un 11%. Llevamos 11 semanas consecutivas de subidas y, lo que es peor, no se atisba el final de esta tendencia alcista.

Hay provincias como Madrid, Barcelona o Valencia en las que el litro de gasolina 95 supera ya el euro con 80 céntimos. Esto es una media. Y el diésel, en Madrid, en Sevilla, en Valencia, o en Zaragoza, ha rebasado la barrera del euro con 70 céntimos. Pero de esto no habla el Gobierno. ¿Por qué? Porque es el gran beneficiado.

El último mes completo es el de agosto. Ha sido el más caro de lo que llevamos de año y septiembre le va a superar. Y te decía que el Estado es el que más rentabilidad saca. En el precio final, el 40% son impuestos repartidos entre el IVA y el impuesto especial de hidrocarburos. Si tú pagas más por llenar el depósito, al gravar la materia prima, que es más cara, ese impuesto impacta en el consumidor y, por tanto, también lo que las arcas públicas recaudan por este tributo.

La cuenta es sencilla. Antes del verano, llenar un depósito de 50 litros antes del verano te costaba 79 euros. Hoy, casi 90. Total, que en cada depósito el Estado, por la subida del precio de los carburantes se ha embolsado un euro más. Un euro más por depósito.

¿Tiene la culpa el Gobierno de la subida del precio de los carburantes? Evidentemente, no. En ningún caso es responsable de que suba la materia prima, de que el barril de petróleo se acerque a los 100 dólares y de que las reservas se hayan reducido, en una maniobra de los productores, precisamente para que suba el precio. No. Por eso el Gobierno no es el responsable, pero sí beneficiado, y por eso prefiere dejar aparcado el tema.

Y hoy es noticia también un documental que se ha estrenado en el Festival de Cine de San Sebastián y que va a ser distribuido por una de las principales plataformas audiovisuales. El protagonista es un terrorista de ETA, una de las piezas clave a lo largo de la historia de la banda. JOSÉ ANTONIO URRUTI-KOETXEA, más conocido como el asesino Josu Ternera, aunque no le guste que le llamen así.

Por eso, la entrevista, el documental, lo han titulado: No me llame Ternera. Yo les decía a las 7 que no lo he visto y no tengo especial interés, no me llama ni siquiera el trailler de la cinta.

Hoy varios periódicos analizan este documental, tras haberlo visto. Dice El MUNDO que contribuye a la corriente de blanqueamiento de ETA y de BILDU, sus herederos políticos. Para ABC, el resultado del trabajo periodístico o cinematográfico, como quieran llamarlo, es decepcionante y el discreto interés del documental contrasta con la expectativa generada.

¿Qué sería lo interesante? Ya no el perdón o la condena, que a ests alturas a muchas de sus víctimas ya les importa poco. La clave es que, como dirigente de ETA, no se hubiera dedicado a justificar los atentados y sí a ayudar a esclarecer alguno, solo alguno de los más de 300 crímenes de la banda que aún están sin resolver. Esto es lo que piden las viudas, los huérfanos, también las madres y los padres que se han ido al cementerio sin saber quién había matado a su hijo. ¿Y qué dice el asesino? Entre otras perlas se descuelga con un: “Siento que las víctimas fueran críos, pero el estado no protegió a sus ciudadanos”.

En plena polémica por el documental de Josu Ternera, que pasará sin plena ni gloria, y del que la semana que viene no va hablar nadie o sólo los que tienen algún interés evidente, en un día como el de hoy es más oportuno acordarse de BORJA y de MANUEL GIMÉNEZ ABAD. Son los hijos del presidente del Partido Popular asesinado por ETA en el año 2001. Tanto ellos como su madre han estado 22 años sin esa pequeña-gran recompensa moral que supone conocer quién había matado a Manuel Giménez Abad.

El crimen del también senador fue uno de los atentados de ETA sin resolver. Y la insistencia de la familia y el esfuerzo de las fuerzas de seguridad, culminado por la acción de la justicia, han conseguido esclarecerlo.

Hay que situarse en Zaragoza un 6 de mayo de 2001. Era un domingo. Manuel se dirigía junto a su hijo Borja a ver un partido de su equipo, del Real Zaragoza frente a sus vecinos del Numancia de Soria. Cuando se dirigían al estadio de La Romareda un pistolero de ETA acabó con la vida del entonces senador.

Han tenido que pasar 22 años para que la Justicia condene al asesino. No era otro que uno de los dirigentes de la banda, Miguel Carrera Sarobe. Alias ATA en el argot asesino. Tendrá que cumplir una condena de 30 años e cárcel por este crimen.

Es Borja Giménez, el hijo de Manuel. Entonces tenía 17 años. Lo vio todo y le contaba a Expósito, en La Linterna de COPE, que la sentencia supone un alivio para toda la familia. Esto es lo que hace justicia. Y no escuchar a un asesino como Josu Ternera, cuyo único objetivo, es el de blanquear a la banda terrorista tras haber liderado atentados como el de diciembre contra la casa cuartel de Zaragoza en el que fueron asesinadas once personas, entre ellas cinco niñas.

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