La muerte de George Floyd y la imparable ola de históricas protestas en EEUU

El estado de Minnesota ha acusado a tres agentes de policía de Minneapolis más por vulnerar la ley al detener al afroamericano de 46 años George Floyd.

“Manos arriba, no disparen” es lo que resuena en decenas de ciudades americanas. Estas nuevas detenciones añadidas a la del principal responsable de la muerte, el ex-agente Derek Chauvin, llegan pocos días después del punto más álgido de las protestas y disturbios en decenas de ciudades de Estados Unidos como Houston, Washington, Las Vegas, Los Ángeles, Detroit, Baltimore, Atlanta etc. solo por nombrar algunas ciudades.... y estas en Nueva York.

Algunas de estas protestas como las de Beverly Hills han acabado con el saqueo de supermercados y tiendas. También tiendas de lujo. Igualmente aparatosas y simbólicas como las que se produjeron frente a la valla de seguridad de la Casa Blanca con el pertinente traslado del presidente Trump a un bunker. Otras han sido pacíficas y sin escenas de violencia. La estampa es imponente: decenas de policías y militares custodiando el monumento del presidente Abraham Lincoln. Plantados en la escalera como estatuas. Y al otro lado del cordón policial se ha escuchado esto.

El por qué detrás de todo esto ya lo sabes. El agente Derek Chauvin presionó con su rodilla el cuello del detenido George Floyd mientras este le decía que no podía respirar. Un momento desgarrador y grabado por un teléfono móvil a pocos metros.

Una imagen de las que recordaremos toda la vida. Está ya grabada en nuestras retinas para siempre. 8 minutos y 46 segundos eternos y que según la autopsia independiente, gestionada por su familia, acabaron con su vida en ese mismo lugar. Chauvin se enfrenta a un nuevo cargo elevado esta semana a asesinato en segundo grado. Y a los otros 3 agentes presentes en el 'corrillo' se les acusa de ayudar e instigar ese presunto asesinato en segundo grado. Los excesos policiales se han convertido en uno de los problemas que más preocupan ahora mismo a la población estadounidense.

Según The Washington Post, precisamente Minneapolis es la ciudad americana con más desigualdad económica entre negros y blancos. Una familia negra ingresa menos de la mitad de dólares al año que una blanca. 36,000 euros de media comparado con los 83,000 euros anuales que entran en una familia blanca. Y por cada casa de Minneapolis con propietarios negros hay tres casas con propietarios blancos. O lo que es lo mismo, es tres veces más probable que un blanco pueda comprarse una casa que un afroamericano. Y ojo a este dato, que aunque es de 2016 deja claro el contraste racial en cuanto a ingresos familiares que existe: según una encuesta de la Reserva Federal, los ingresos totales anuales de familias blancas no-hispanas (y por todo el país, una media nacional) era de 171.000 dólares. En el caso de las familias afroamericanas... 17.600 dólares. Casi diez veces menos.