Núñez de Balboa, de criar cerdos a impulsar la primera globalización

Extremeño de nacimiento, panameño de adopción. Vasco Núñez de Balboa nació en Jerez de los Caballeros, Extremadura, después de que su familia se trasladara desde el Bierzo hasta esa localidad tras reconquistar Castilla el terreno a los musulmanes.

Criado en el arte de la pluma y la espada, Balboa siempre quiso buscar fortuna en una tierra más benevolente para los osados que Extremadura, donde estaba condenado a ser criador de cerdos. Precisamente ese fue su empleo tras fracasar varias de sus exploraciones en la costa centroamericana: Criador de cerdos en Santo Domingo, sustituyendo la dieta de bellotas por otra de dátiles. Pronto acabó endeudado y tuvo que huir de la isla.

Y lo hizo de una forma muy peculiar. Se escondió junto a su perro, Leoncico, en un barril que iban a cargar en un barco amarrado en el puerto de la ciudad. No salió de su escondite hasta que estaban en alta mar, para enfado del capitán del navío que le amenazó con dejarle en alta mar o en el primer islote desierto que encontraran. Destino que esquivó gracias a su labia y a la fama de sus habilidades con la espada. Pronto se convertiría en el líder en la práctica de ese grupo de hombres, a los que se sumó otro pequeño destacamento que encontraron vagando por medio del océano, capitaneado por otro ilustre explorador, Francisco Pizarro.

Fue ese grupo de españoles los encargados de fundar la primera ciudad en la América continental, Santa María la Antigua, de la que pronto sería su alcalde. Fue aquí donde empezó a escuchar historias sobre otro mar, al que llamaban Mar del Sur, repleto de perlas y con tribus que vivían en su costa y comían y bebían de platos y vasos de oro. Historias que le hicieron planear un viaje en busca de ese otro mar y que le llevaría a la fama.

Pincha en el audio y descubre la increíble historia de este aventurero y explorador con Ángel Correas y Álvaro Echeverría.