¿Por qué nos amenazaban de pequeños con el ‘Hombre del Saco’?

“Sé bueno o los Reyes te traerán carbón”, seguro que es una de las frases más repetidas por muchos padres estos días. Sus Majestades de Oriente ya están de camino y son muchos los niños que intentan ser especialmente buenos con la ilusión de que, sus deseos navideños, se hagan realidad. Lo cierto es que la amenaza de quedarse sin regalos la mañana del 6 de enero parece de lo más efectiva para evitar muchas trastadas durante las últimas semanas del año pero, ¿qué ocurre en otros países con diferentes tradiciones?

Si miramos a Alemania o a Austria, en lugar del carbón la amenaza es un ser demoníaco llamado Krampus, que acompaña a San Nicolás la noche del 5 al 6 de diciembre, con el objetivo de castigar a los niños malos a los que se lleva con él de vuelta al infierno. En contraposición, aquellos pequeños que hayan cumplido con sus obligaciones en los últimos doce meses, al despertar encontrarán sus zapatos repletos de regalos.

Y luego están aquellas pequeñas ‘amenazas’ que nos contaban de pequeños a lo largo de todo el año. En España, era muy habitual escuchar “pórtate bien o el ‘Hombre del Saco’ te llevará”. Pero, ¿quién era ese ser que tanto miedo nos causaba de pequeños? Son muchas las historias que circulan sobre el origen de este extraño ser, pero sin duda la más terrorífica es aquella que la vincula con un hombre que en un pequeño pueblo de Almería, en 1910, atemorizó a sus vecinos de Gádor al secuestrar y matar a un niño, creyendo que así se curaría de la enfermedad que padecía.

Menos terroríficas pero muy efectivas son los cuentos infantiles noruegos con Karius y Baktus como protagonistas. Dos trolls que viven en el interior de los dientes de los niños y que están dispuestos a darse un gran festín cuando algún pequeño se olvida de usar su cepillo al terminar de comer.

Pequeñas historias, tradiciones, que han ido variando de país en país pero que perduran a lo largo de los años con un único objetivo, evitar las trastadas de los más pequeños de la casa.