Vuelve la feria: "Recibiremos a todo el mundo con los brazos abiertos"

Algunos han tenido que alquilar sus casas y pasar a vivir en caravanas, otros directamente han tenido que venderlas para poder sobrevivir y varios de ellos no han tenido más remedio que pedir ayuda a la beneficencia. Esa ha sido la dura realidad de muchos feriantes de nuestro país durante la pandemia.

Con el fin del estado de alarma, la incidencia a la baja del coronavirus y con el avance en la vacunación empiezan a ver un poquito la luz al final del túnel. En Cataluña por ejemplo, este viernes arrancó la de Mataró, una de las más emblemáticas: 93 atracciones en 45.000 metros cuadrados. "Gracias a Dios parece que ha llegado nuestro momento. Esperemos que sea la llave para seguir trabajando. Dentro de lo malo creo que podremos salvar los muebles. Espero que la gente responda. Creo que lo harán porque tienen ganas", asegura Marcos Orús, Presidente del Gremio de Feriantes de Barcelona y Provincias.

Ha sido la solidaridad entre compañeros, amigos y familiares la que ha hecho que muchos de ellos consigan tirar para adelante. También las ayudas económicas desde las administraciones que, aunque tardaron en llegar, lo hicieron. Sí es verdad que esto varía dependiendo de cada Comunidad. Por ejemplo en Andalucía, Víctor Fernández Quesada, presidente de la Asociación de Feriantes de Granada, asegura que no todos han recibido ayudas: "El 70% de las familias no han recibido ningún dinero".

Su principal queja: la falta de apoyo de muchos Ayuntamientos. Han sido ellos mismos los que han tenido que comprar las vallas para delimitar el espacio, los geles, los equipos de limpieza, etc. A pesar de todo, ayudándose entre ellos, han conseguido salir adelante y esperemos que poco a poco se vayan recuperando.