LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA
Así era el 'kit' del destripador de Yorkshire: "martillo y destornillador para rematar a sus víctimas"
Hace 47 años desde que Peter Sutcliffe asesinó a la primera de sus trece víctimas
Málaga - Publicado el - Actualizado
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Están a punto de cumplirse 47 años desde el día que Peter Sutcliffe asesinó a su primera víctima... la primera de muchas: trece mujeres, la mayoría de ellas prostitutas, que murieron entre las garras del destripador de Yorkshire.
El asesino, trabajando años atrás como enterrador en el cementerio de Bingley, había escuchado unas voces en su cabeza que le empujaban a salir a la calle a matar prostitutas. Él consideró que era un mensaje divino para limpiar el país de escoria.
Tras una farragosa y poco certera investigación policial, el conocido como “destripador de Yorkshire” fue detenido el 2 de enero de 1981, cuando se disponía a quitar la vida a otra prostituta.
EL PERFIL
Si buceamos en la biografía de este asesino en serie, nos encontramos con que fue el mayor de seis hermanos, un chico tímido, con problemas para integrarse con otros chavales de su edad, muy apegado a su madre y, sin embargo, sus víctimas siempre fueron mujeres.
Para saber la explicación a todo esto, en La Noche de Adolfo Arjona le hemos preguntado a César Alcalá, autor del libro “Perfiles psiquiátricos de hombres asesinos” publicado por editorial Sekotia. ‘Hay muchísimos de estos asesinos en serie que tienen gran apego a la madre’ asegura César Alcalá; ‘ellos idealizan a la madre, pero no idealizan a sus víctimas, las víctimas para ellos son una prolongación de sus perversiones, de sus pensamientos asesinos y macabros y este es un caso evidente de que el amor a la madre no quedaba patente en el amor a las mujeres’.
El de Peter Sutcliffe no es el único caso de asesino en serie que tiene fijación por matar a mujeres que se dedican a la prostitución y en este caso, el asesino era además un hombre felizmente casado con una mujer llamada Sonia. ‘Normalmente las esposas de este tipo de hombres no saben de las actuaciones de su marido’ cuenta César; ‘la relación que ellos mantienen con su mujer no deja de ser una proyección de la que habían mantenido con la madre, con lo cual no es una relación matrimonial al uso, es más bien un sentimiento de estar con una persona del sexo femenino’.
MODUS OPERANDI
Llama la atención la doble vida de Peter Sutcliffe o de otros asesinos en serie, que demuestran, que para hacerlo, deben ser personas extremadamente inteligentes. El destripador de Yorkshire, solía actuar con sus víctimas de la misma manera: les destrozaba el cráneo con un martillo y les apuñalaba sin piedad otras partes del cuerpo. Según César Alcalá, era un asesino organizado ‘el siempre actuó igual en todas las ocasiones, tenía modus operandi que siempre era el mismo; merodeaba por las calles a altas horas de la noche para encontrar a su víctima, siempre eran prostitutas y siempre hacía el mismo ritual para matarlas; el siempre llevaba encima lo que se conocía como “kit del asesino”, el martillo y un destornillador o una navaja para acabar de rematar a la víctima’.
ESQUIZOFRENIA PARANOIDE
Durante el juicio, algunos especialistas determinaron que el asesino sufría de esquizofrenia paranoide, de hecho, acabó pasando muchos años en un centro psiquiátrico y ese tipo de trastorno es probable que alterara su conciencia. ‘El era consciente de todo lo que hacía’ asegura César Alcalá; ‘esa es la diferencia del psicópata con otras enfermedades mentales, el no estaba perturbado, el no era un loco; era una persona que oía voces, cometía los asesinatos, pero era consciente, no se podía declarar un delirium tremens o un momento de enajenación mental, todo lo tenía planificado y por eso no acabó en la cárcel, por que era una persona que tenía un problema mental, tenía la necesidad de matar’.
Aunque trató de alegar enajenación mental (asegurando que unas voces le inducían a matar, que era un encargo divino), el jurado lo consideró un hombre cuerdo y fue condenado a cadena perpetua. El destripador de Yorkshire murió en noviembre de 2020, a los 74 años, a causa del coronavirus.