Ed Gein, Jeffrey Dahmer y Andréi Chikatilo: tres brutales asesinos convertidos en iconos del cine

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Al primero de nuestros tres protagonistas de esta noche, lo apodaron “el carnicero de Rostov”. Dicen de él que fue el asesino en serie más brutal de la Unión Soviética. Su obsesión… matar a niños y adolescentes, para luego desmembrar sus cuerpos y devorarlos. Como firma de sus asesinatos, arrancaba los ojos a sus víctimas. Tras su detención, su confesión fue contundente: “Cuando sentía la llamada… tenía una auténtica necesidad de matar”.

El segundo protagonista de la crónica negra de esta noche también recibió un apodo estremecedor: “el carnicero de Plainfield”. En su casa, la policía encontró sillas, lámparas y prendas de vestir confeccionadas con piel humana. Del techo colgaba el cuerpo decapitado, abierto en canal, y destripado, de una vecina. En el salón… cráneos cortados a modo de cuencos, cabezas reducidas al estilo jíbaro, y máscaras realizadas con rostros reales. En la habitación principal… el cadáver momificado de su madre, que había sacado del cementerio.

Para finalizar hoy también abriremos el expediente de Jeffrey Dahmer… “el caníbal de Milwaukee”, un asesino que drogaba y estrangulaba a sus víctimas... siempre homosexuales. Después de asesinarlos, les arrancaba la carne y la escondía en tuberías… pulverizaba los huesos y los esparcía por el jardín… y exponía las cabezas y los genitales, a modo de trofeo, en las estanterías de su habitación. Por si todo eso fuera poco, en la nevera guardaba trozos de esos cuerpos, que comía sin ningún tipo de reparo.

Son tres asesinos en serie cuyas historias, por los brutales crímenes que protagonizaron, han servido de inspiración para el cine.

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