Pietro Arcán: " un hombre sin empatía, sin sentimientos, capaz de disfrutar con el dolor ajeno"

Madrugada del 20 de junio de 2001. El abogado Arturo Castillo, su esposa y sus tres hijas, dormían tranquilos en su chalet de Pozuelo de Alarcón, en Madrid... dormían ajenos a lo que iba a ocurrir poco después. La puerta de la terraza estaba abierta y sobre las cuatro de la mañana, alguien aprovechaba para entrar a la casa.

El intruso, Pietro Arcán, un moldavo que residía en España de manera ilegal, olvidó de pronto sus deseos de robar, y se ensañó con aquella pobre familia.

Entrando en el dormitorio principal, disparó al matrimonio, para después rematar a Arturo, rompiéndole el cráneo con el puño de un machete, y clavándole la hoja repetidas veces en el pecho.

Pensando que la mujer estaba muerta, se dirigió a las habitaciones de las adolescentes. Las agredió, las golpeó, y a una de ellas la violó. Los dos cuerpos quedaron encerrados en un armario.

La madre, que había sobrevivido al disparo, llamó mientras tanto a los servicios de emergencia. Al oír las sirenas de la policía, Pietro Arcán huyó... logró escapar, pero fue detenido solo una hora después.

Nuestro protagonista de esta noche, el conocido como “El asesino de Pozuelo”, es el rostro del mal, un personaje considerado por los psiquiatras como un hombre sin empatía, sin sentimientos, capaz de disfrutar con el dolor ajeno.

Su ficha policial estaba repleta de robos y agresiones, y la INTERPOL lo buscaba desde hacía tiempo por un presunto asesinato en una aldea de Rumanía.

Actualmente, Pietro Arcán cumple condena de 75 años de cárcel, en una prisión de alta seguridad en Palma de Mallorca.

LOS HECHOS

Se cumplen 22 años de este asesinato ocurrido en nuestro país. El autor: Pietro Arcán, un hombre cuya mirada resulta estremecedora... un personaje sin escrúpulos al que se le atribuye un único delito de sangre, el que le costó la vida al abogado Arturo Castillo.

Para hablar de este individuo hemos invitado en La Noche de Adolfo Arjona a Román Morales, psicólogo terapeuta con experiencia en el ámbito criminal forense. Coautor del libro “La matanza de los Alexander: El crimen del siglo" junto a Félix Ríos.

Pietro Arcán, moldavo que pasó su infancia en orfanatos, que a los catorce años huyó a Alemania y que en 1994 acabó instalándose en España. Vivía en la calle, indocumentado, y su medio de subsistencia era el robo.

La delincuencia era su modo de vida, incluso se llegó a tramitar su expulsión de España, pero nunca se materializó. Arcán siguió robando... para comer o para darse el capricho de vestir ropa cara y conducir coches de lujo... presumiendo de que eran vehículos robados. La página más negra de su historial delictivo se escribió hace ahora 22 años: el asesinato de Arturo Castillo. 'Arturo Castillo era un abogado de bastante prestigio y manejaba mucho dinero y Pietro Arcán conocía los movimientos y la calidad de vida que tenía esta familia' cuenta Román; 'el móvil que lleva a Arcán a cometer este delito no es asesinar, sino robar, pero en el despliegue de todo el acto delictivo, pierde el control y su instinto asesino se desata y lo paga Arturo Castillo'.

Aquella noche del 20 de junio de 2001, ya dentro de la casa de los Castillo, Pietro Arcán cambió sus planes: en vez de recorrer la vivienda en busca de dinero u objetos de valor, decidió dirigirse hacia los dormitorios. 'Cuando entra en la casa quiere hacerse con todo, pero la rabia y el odio que sentía hacia las personas con poder, estaba en la frustración de un niño que venía de una familia desestructurada desde su infancia' relata Román.

En contra de lo que creía el asesino, la esposa del abogado no había muerto... consiguió levantarse de la cama y llamar a emergencias. La Policía no tardó en llegar.

Dos años después del crimen, comenzó el juicio contra Pietro Arcán.

Los estudios psiquiátricos realizados a Pietro Arcán revelaron una avanzada psicopatía.

Hoy Pietro Arcán tiene 45 años y sigue cumpliendo condena en prisión.