La batalla de Teotoburgo: "Un enemigo invisible y una traición imperdonable"

En "La Noche de Adolfo Arjona" viajamos al año 9 d.C. para analizar una de las peores derrotas del Imperio Romano. Nunca un ejército tuvo tanto miedo

Batalla de Teotoburgo

Batalla de Teotoburgo

Yolanda Guirado

Sevilla - Publicado el

4 min lectura

Un denso bosque donde los árboles no dejan pasar la luz del sol. Un lugar donde todo es oscuridad. Una selva empapada de sangre. Un lugar siniestro, donde los enemigos cuelgan los cadáveres descuartizados en los árboles.

En el año 9 d.C. Roma sufría una de las peores derrotas de su historia: la batalla del bosque de Teutoburgo, en Germania.

UN ENEMIGO INVISIBLE

Hoy, en “La Enciclopedia oculta de Guillermo Díaz, viajamos hasta la Antigua Roma para conocer qué pasó exactamente en la batalla de Teotoburgo, fue una de las mayores masacres de la historia y uno de los mayores mazazos al Imperio Romano con 18.000 muertos.

La confianza del Imperio Romano ante el enemigo y una traición llevaron a Roma a sufrir la mayor derrota de su historia. El bosque de Teotoburgo se encontraba en lo que hoy es Alemania, cerca de la Baja Sajonia.

El bosque de Teotoburgo

El bosque de Teotoburgo en la actualidad

Roma quería convertir Germania en una provincia romana y extender el Imperio más allá del Río Rin. Para conseguirlo, Roma necesitaba tomar y dominar a las tribus que vivían al otro lado del Río y convertirlos en romanos.

CON LAS GALIAS EN LA MEMORIA

Los guerreros romanos estaban acostumbrados a la victoria. Para afrontar esta batalla recordaban la gran conquista de las Galias, que encumbró al Emperador Julio César. "Pero esta conquista era muy diferente porque en las Galias había grandes urbes que podían ser tomadas y tenían una capital para ser tomada”. 

Esta era una batalla contra un enemigo fantasma. Era imposible un cuerpo a cuerpo con el enemigo, pero la expedición eso aún no lo sabía. Los hombres del ejército romano se había preparado para un nuevo triunfo: “habían designado a Publio Quintilio Varo, un militar romano con buenas dotes para la gestión, aunque no era un buen guerrero.”

Publio Quintilio Varo se suicidó durante la batalla

Publio Quintilio Varo se suicidó durante la batalla

Roma no contaba con la gran traición de Arminio, un noble germano criado en Roma. Arminio era el jefe de las tropas auxiliares, “que pertenecían a territorios que dominaban y a las regiones que iban conquistando. Introdujeron en esas tropas a galos y otros hombres que no eran romanos”.

Y estaba a punto de cometer la mayor traición a un Imperio. Fue el propio Arminio llevó a sus hombres hacia la muerte. Avanzaron por el bosque confiando en Arminio, él los engañó. “Les adentró en el bosque mientras preparaba la peor emboscada de la historia. Ninguno de estos guerreros podía imaginar lo que estaba a punto de suceder".

MIEDO, CANSANCIO Y HAMBRE

Arminio conocía las fortalezas y debilidades de sus hombres. Sabía como nadie que los romanos eran muy buenos en campo abierto, pero si tenían que avanzar en columnas de cuatro o cinco hombres y desplegar su maquinaria de guerra , perdían toda su fuerza. Y se  aprovechó de eso.

Como le ha contado Guillermo Díaz a Adolfo Arjona, los romanos siguieron a su jefe. Paso a paso. Sin dudar ni un sólo segundo. Pero a medida que se hacía de noche en mitad del día y se adentraban en aquella selva oscura, el miedo les invadía. Y no podían hacer nada por detenerlo. “Estaban cansados, muertos de hambre y los habían masacrado los mosquitos.”

Manos invisibles salían de la nada y los cazaban

Guillermo Díaz

Investigador 

De pronto se dieron cuenta de que su enemigo era invisible dentro del bosque: manos invisibles salían de la nada y los cazaban. Cogían los cuerpos y los colgaban en los árboles descuartizados para que cuando el resto del ejército pasara por allí, lo viera.

¿Pero quiénes eran los germanos que derrocaron uno de los grandes Imperios de toda la historia? Moisés Ruiz, experto en liderazgo político y comunicación en la Universidad Europea, nos cuenta que los germanos eran grupos distribuidos políticamente en tribus. Una sociedad tribal muy jerarquizada con mucha disciplina. 

Tras la batalla, el Imperio Romano nunca se extendió más allá del río Rin

Tras la batalla, el Imperio Romano nunca se extendió más allá del río Rin

Eran originarios del norte de Europa y su cultura era politeísta. Además, estaban muy preparados para defender su arraigo, su cultura y su economía. Por si fuera poco, tenían un armamento muy desarrollado. "Utilizaban arcos, flechas, y como armas defensivas los escudos o armadura ligera y cascos de hierro o cuero".

Los germanos tenían un armamento muy desarrollado

Moisés Ruiz

Experto en liderazgo político y comunicación en la Universidad Europea,

Eran guerreros muy feroces y aunque no tenían un ejército organizado, eran muy efectivos en el combate. Según ha contado Guillermo Díaz, "eran muy bravos en el enfrentamiento cuerpo a cuerpo y en las emboscadas. Una de las tácticas más sibilinas en las emboscadas era el movimiento continuo de sus hombres en el campo de batalla".

Estos pueblos provocarían la caída de Roma. Sabían que todos los pueblos tienen un talón de Aquiles. Aprovecharon que el Imperio Romano se encontraba muy debilitado internamente en esa época por la corrupción, las luchas internas y las crisis económicas.

UN SUICIDIO EN PLENA BATALLA

Tras una semana perdidos en la selva, los romanos abandonaron. Perdieron a miles de hombres en aquel bosque espeso donde el olor a sangre se mezclaba con el miedo. La desesperación llevó a Quintilio Varo a suicidarse cuando luchaba con sus hombres contra los germanos. Nunca el ejército Romano tuvo tanto miedo.

A partir de ese momento, la frontera quedó en el Rin. El Imperio romano jamás se expandió por allí. Los germanos habían vencido al (hasta entonces) invencible ejército romano. Una traición imperdonable lo permitió. 

Herrera en COPE

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