Don Santiago Gómez Sierra, obispo de Huelva: "El Rocío es una fuente de alegría inmensa"

En las horas previas a uno de los momentos más importantes para la devotos de la Virgen del Rocío, 'El salto a la reja', en 'La Noche de Adolfo Arjona', ha estado el obispo de Huelva, Don Santiago Gómez Sierra, que ha explicado cómo ha vivido estos momentos tan importantes en la aldea del Rocío, reconociendo que están siendo horas muy especiales para él al ser su primer Rocío en la aldea. "Por su puesto son horas especiales, también es verdad que la fe cuando se vive con intensidad resulta que también tiene ver con la amistad y con la alegría, no hay mayor fuente de alegría que sabernos amados. Eso es lo que experimentamos mirando a la Virgen del Rocío: ese amor del cielo que gracias a ellas hemos recibido al autor de la vida. Es una fuente de alegría inmensa, que se manifiesta en la fiesta, en el cante y en la amistad".

"He querido meterme en todos estos momentos porque como pastor, el propio Papa Francisco lo dice, a veces hay que ir delante del rebaño, otras atrás y otras veces en medio. Por eso en esta ocasión he procurado estar en medio y vivir con ello como viven esta experiencia", ha explicado Don Santiago Gómez Sierra.

Multitud de devotos de la Virgen del Rocío se han congregado dentro y fuera de la ermita almonteña para vivir el momento de la salida en procesión de la también conocida como la 'Blanca Paloma' por las calles de su aldea, tras dos años de suspensión obligada por la pandemia.

Desde antes de medianoche la gente se fue acercando al que es el punto neurálgico del Rocío, su Santuario, por el que desde poco después de las 00:30 empezaron a pasar los simpecados de las distintas hermandades filiales en el rezo del Santo Rosario.

Si son muchas las personas que se concentraban fuera de la ermita, no son menos las que esperaron dentro de ella, completamente abarrotada a la espera de que se produjera el 'salto de la reja', momento en el que los almonteños se hacen con las andas de la Virgen y la sacan en procesión.

Como es habitual desde hace años, la nave central del templo quedó vacía al objeto de facilitar la entrada del Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte a su regreso tras el rezo del Santo Rosario.