La increíble historia del atraco al Centro de Diamantes de Amberes: “Era imposible”

A punto de cumplirse veinte años del robo de diamantes más espectacular e increíble de la historia, en ‘La Noche de Adolfo Arjona’ buceamos en el apasionante mundo de esta piedra preciosa.

Los diamantes han fascinado a la humanidad durante siglos y han sido símbolos de riqueza, de poder, de belleza… e incluso de amor. Es una piedra que ha inspirado mitos y leyendas en distintas culturas… una piedra que ha sido, es y seguirá siendo objeto de deseo. Y es que, como todos hemos tarareado alguna vez… “un diamante es para siempre”. Sin embargo, la industria del diamante es tan apasionante como desconocida. ¿Por qué se sabe tan poco de un producto tan valorado y reconocido?

En el audio que acompaña a esta noticia vas a encontrar 55 minutos de radio en los que Adolfo Arjona destapa los entresijos del diamante: su descubrimiento, su singularidad, sus usos… revelamos también cuáles son los más famosos y te contamos la historia del mayor robo de diamantes de la historia.

EL ROBO DE DIAMANTES QUE ERA “IMPOSIBLE”

El 15 de febrero de 2003 nada hace presagiar que la ciudad de los diamantes está a punto de convertirse en el centro de todas las miradas. En algún lugar de Amberes, Leonardo Notarbartolo y sus hombres lo tienen todo preparado para cometer el atraco del siglo.

El italiano se ha hecho pasar por un joyero de Amberes. Ha conseguido entrar en el edificio y conocerlo al milímetro. Lleva meses ideando el robo perfecto: Atracar el Centro de Diamantes de Amberes; en Bélgica, “uno de los edificios más seguros del mundo” según los expertos.

En “La Noche de Adolfo Arjona”, el Director del Máster en análisis de Inteligencia y Ciberinteligencia de la Universidad Nebrija, Adrián Nicolás Marchal, ha relatado este suceso rodeado de incógnitas.

Se suceden las preguntas, pero no todas encuentran una respuesta: “¿Cómo consiguieron acceder a la bóveda subterránea sin forzar ninguna cerradura?” “¿Por qué no saltaron las alarmas?”

Todo apunta a que los ladrones ensayaron durante meses con una copia exacta de la cámara. Sin embargo, “hay cosas que no encajan”, insiste el criminólogo a Adolfo Arjona.

Los ladrones se enfrentaron a más de diez niveles de seguridad, entre ellos una puerta de acero de sesenta centímetros de grosor: “Para perforar esta puerta con un taladro, se necesitan al menos doce horas”.

Lo que sí es un hecho es que los ladrones consiguieron superar los diez niveles de alta seguridad formados por sensores sísmicos o infrarrojos. También pasaron desapercibidos para las cámaras que vigilaban el edificio. Nada falló. Y consiguieron abrir más de 100 de las 189 cajas de la bóveda de seguridad.

Leonardo y sus hombres sortearon todas las medidas de seguridad y se llevaron un botín valorado en cien millones de euros. ¿Dónde están las joyas? ¿Tiene la mafia italiana alguna relación con el robo? Según Marchall, “algunas hipótesis apuntan a que podría haber alguna relación entre el robo y la mafia”.

Otra de las grandes incógnitas de este atraco es cómo consiguieron abrir la cerradura de la bóveda. “Esta puerta de máxima seguridad se abre con una llave de treinta centímetros de largo ya que a mayor longitud, resulta más difícil de replicar, debido a los relieves que presenta.”

Leonardo contaba con hombres muy preparados para que el atraco fuera un éxito. "El Genio” era especialista en alarmas, “El Monstruo”, recibía ese apodo entre sus colegas porque era brillante en todo lo que hacía. Y al “Rey de las llaves” no había cerradura que se le resistiera.

UN ATRACO DE PELÍCULA

Pero no lo tenían nada fácil. La puerta tenía más de 100 millones de combinaciones. Y cada cada una de las 189 cajas de seguridad, tenía una llave específica y una combinación con más de 17.000 posibilidades. No abrieron una ni dos. Consiguieron abrir más de cien cajas.

Con el multimillonario botín, Leonardo Notarbartolo y sus hombres huyen del edificio. Son las cinco y media de la madrugada del 16 de febrero de 2003. Amberes está a punto de amanecer, solo que este día no será igual a ningún otro.

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